Mis Shots Favoritos 🥰

• Saburito 🥰 •

Y si, yo no me cansaré de decir que AMO ver a Saburo siendo bonito y tierno 🥰

Pero eso si, cuando está de roñoso la neta quiero golpearlo. Jsjs.

▪︎☆▪︎

Aún faltaba para que la campana que anunciaba el inicio de clases sonara. Como de costumbre, el menor de los Yamada llegó 15 minutos antes. Se paró en la puerta y con la mirada ubicó el lugar de la chica que le gustaba. Ella, ya se encontraba allí.

Saburo dibujó una sonrisa en su rostro y entró encaminándose hasta su lugar.

—¡Ohayo!— dijo antes de besar su mejilla.

Ella volteó a verlo con una sonrisa.

—Hola, Saburo.

—¿Como estás? ¿Pudiste con los problemas de matemáticas?

—¡Pfr! Eran pan comido.— Saburo asintió y se sentó a su lado, para suerte suya, eran compañeros de pupitre.

Cada quien siguió en lo suyo durante los minutos que quedaban. Si, ni siquiera parecían novios.

Las clases comenzaron y ambos, como buenos estudiantes, prestaron atención a todo lo que su sensei les decía.

Llegado el descanso, ambos sacaron sus almuerzos y comenzaron a platicar. Eran más cosas de la escuela, y Saburo como que si sentía que esto no iba bien.

—Cambiando de tema...

—¿Si?

—La única cita que hemos tenido, fue antes de que te pidiera ser mi novia, ¿por qué?

—¿Por qué me pediste ser tu novia si soy aburrida?— Saburo soltó una risa.

Quizá no salían mucho, o sus conversaciones se limitaban sólo a la escuela, pero él se enamoró solamente de conocerla. Al ver la gran persona, lo inteligente y amable que era con todos, eso fue lo que a Saburo lo flechó.

—A mi me gusta como eres. Pero, lo digo porque, a veces es necesario tener un tiempo para nosotros, no sólo pensar en escuela.

—¿Y qué propones?

—Uhm... tomando en cuenta que no te gusta salir mucho, ¿Qué te parece si vamos a mi casa a ver una película?

Eso era verdad, a ella no le gustaba mucho salir, pero, el hecho de que Saburo la invitara a su casa, era porque sabía que la casa estaría sola.

Y no, no tenía planeado hacer ese tipo de cosas cochinas que tú, querida lectora, estás pensando. Sino que, la razón era, que no tendría a sus hermanos opinando sobre ella y su relación.

—¿Una película?— asintió. —¿Harás palomitas?— asintió nuevamente.

—Y te compraré dulces y, quizá te invite algo de cenar. Será como una cita en el cine, pero en la comodidad de mi hogar.

—Okay, más tarde hablaré con mis padres.

         

(...)

           

—¿Y tus hermanos estan?— preguntó ella cuando iban entrando a la casa.

—No. Ichi-nii mandó un mensaje diciendo que saldría a hacer un trabajo y volvería hasta la noche. Y Jiro tenía prácticas hoy.— abrió la puerta —Adelante.

Ambos entraron y Saburo la llevó hasta el sofá ofreciéndole asiento. Le invitó alguna bebida y la hizo esperar mientras hacía las prometidas palomitas.