• Dice Pierde, Que Novedad •

126 15 7
                                    

Originalmente, si es que recuerdan, este shot era con Sasara, pero dado que el tema central(? es una apuesta, dicen que porque Dice entró en el cuerpo de Sasara, así que este está un poco modificado para que concuerde el hecho de las apuestas con Dice.

Y si, cambié el ajedrez por el monopoly porque ahí hay dinero de por medio xd

▪︎☆▪︎

—No me ganarás tan fácil.

—Has dicho eso desde hace 3 partidas, Ramuda.

Me encontraba con mi hermano en la sala de su estudio jugando juegos de mesa, más precisamente, monopoly. Estaba aburrida y, es el único que juega conmigo.

Lo amo por prestarme atención.

—¿Cómo están mis hermanos favoritos?— gritó el sujeto de cabello azul entrando sorpresivamente al estudio

—¿Como diablos entraste?— pregunté volteandolo a ver.

—Me están alojando, ¿recuerdas?— respondió mostrándome sus llaves.

—Cierto. Cuando logro intentar pasarlo por alto, arruinas todo atravesandote por mi camino.

Hace un par de días, Dice llegó a casa, tocando en plena madrugada y sólo en calzoncillos. Había perdido apostando hasta su ropa, y al estar haciendo frío, le rogó a Ramuda que lo dejáramos quedarse.

—¡Quiero jugar yo también!

—No.

—Que mala eres, ______. Siempre que intento convivir contigo, no me dejas. ¿A caso te caigo mal?

No era que lo odiara, porque, realmente no lo hago. Pero me conozco tan bien, que sé que si él se sienta a jugar conmigo, mi concentración estará en él y no en el juego, lo que significa, una derrota estúpida.

—No.

—¿Entonces? ¿Por qué no me dejas jugar?— aparté la vista del tablero y lo miré con algo de fastidio.

—Dos jugadores. ¿Quieres más razones?— el comenzó a reír.

—¡Eso es mentira! Es hasta 4 jugadores.

—Perdí las otras 2 piezas, así que no puedes.

—Pero una vez que le ganes a Ramuda, yo puedo jugar.

—¿¡Hah?! ¿¡Amigo de quien eres!? ¡Se supone que tienes que decir que ella perderá!— se quejó mi hermano.

—Ya perdiste— dije señalando sus dados. Había salido 2, lo que lo hacía caer en un bloque que era mío por completo.

El pobre apenas y tenía un par de billetes; se los quité y él bufó.

—Bien, juega tú si es lo que quieres. Yo iré al baño— se levantó se su silla y se fue dejándonos solos.

Con ayuda de Dice acomodé de nueva cuenta los billetes y todas las piezas para comenzar una nueva partida.

—Lo compro — dijo dejando la cantidad estipulada en el tablero, para después mirarme mientras recargaba su cara entre sus manos.

¡Se ve demasiado lindo!

Perderé, definitivamente perderé.

Me moví hasta lograr comprar algo; esperaba su siguiente tirada de dados, pero esta no llegó.

—Quiero apostar.— una gran sonrisa se formó en mi rostro.

Era de esperarse.

—¿Con cuanto quieres comenzar?— el rió ante mi pregunta.

—Nada de dinero.

—¿No quieres dinero? ¿En serio eres Dice?— él rió —¿Entonces? ¿Me comprarás una dotación de helado por un año?— negó.

—Si yo gano, saldrás conmigo en una cita.— esta vez la que se rió fui yo.

Este chico debe de estar bromeando. ¿A caso es su estrategia para distraerme y hacerme perder más rápido?

—Y si yo gano, ¿qué?— dije poniéndome seria y mirándolo.

—Lo que quieras.

—Okay... esto se pondrá interesante. Acepto— dije estrechando su mano y seguimos con el juego.

Traté de visualizar una gran muralla entre ambos,para que así su tierna cara no me distrajera del juego.

Vaya que sabía jugar y como ponerme en aprietos. Pero, cuando se trataba de una puesta, yo no podía perder. Él sí, pero yo no.

Estaba quedándome sin dinero, pero entonces se cruzó mi paso por la salida y una tarjeta que me hacía quitarle dinero.

A su siguiente tiro, cayó en un bloque mío, así como en los siguientes dos. A él sólo le quedaba un billete, y mejor decidió rendirse.

—Bien, perdí. Estoy a tus órdenes.

—Lo pensé demasiado durante el juego...

—¿Y? ¿Qué vas a pedir?

—Cierra los ojos.— él me miró levantando una ceja. Quería morir de risa por su expresión. —Vamos, confía en mi, Dice.

Me sonrió e hizo caso a mi petición. Cerró los ojos y me levanté de mi lugar para estar más cerca.

Me posicioné y le di una santa señora bofetada.

Estallé en carcajadas y él comenzó a quejarse. Tenia una cara muy graciosa mientras se sobaba.

—¡Hey! ¡Yo esperaba un beso, no un golpe!

—Yo también esperaba que eso terminara en un beso.— dijo Ramuda recargado en la puerta de la cocina mientras comía una de sus paletas.

—¿Beso? ¿En serio?— miré a Dice quien había hecho un puchero. Creo que ahora me siento mal. —¿Esperabas un beso después de una invitación a salir tan poco romántica?— ambos me miraron desconcertados. Yo rodé los ojos. —Consigue flores y luego, vas a invitarme a salir. Ese será mi premio por ganar. Ahora, iré a mi cuarto.— comencé a caminar.

—Pero no tengo dinero para rosas— dijo desde el pasillo.

—Pues consigue— y entré a mi cuarto cerrando la puerta.

Mis Shots Favoritos 🥰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora