Catorce

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El búho responde 6

•⸙•


Gracias Desconocida-chan, el campamento fue aún más interesante que el anterior ¿sabes? Le dije a Hariko que conocí a Hinata Shoyo de Karasuno, una preparatoria de Miyagi. Se ha convertido en mi discípulo y le mostré varios movimientos especiales como la estrella del equipo.

Cuando le conté esto a Hariko ella sonrió y me dijo que era un gran maestro.


‹^ᴥ^›

Lo recuerda. Su gran sonrisa. Sus ojos dorados achinados y su estridente voz hablándole sobre el pequeño bloqueador central de Karasuno. Estaba feliz como otras veces y a ella le gustaba verlo así, aunque sabía que Bokuto podría tener una sonrisa más radiante si tan solo lo viera ganar un partido oficial de voleibol. Le había escuchado hablar de ellos y en su rostro notó una sonrisa alegre y orgullosa por sus triunfos.

A Hariko le gustaría formar parte de esas celebraciones. Imaginaba que todo el equipo, al finalizar un partido, se acercaba a él para rodearlo en un abrazo y festejar la victoria. Su mente vagó por un instante y se visualizó en las gradas de un gran gimnasio, en primera fila y con la mejor de las vistas hacia la cancha; ellos ganaban, celebraban entre sí y se dirigían a las gradas en una fila recta para agradecer todo el apoyo que les dieron durante el partido, y ahí es donde ellos se ven y se sonríen.

Observó la hoja de papel sobre su mesa de trabajo, el club ya había terminado y era la única ahí, pretendiendo escribir una nota más para Bokuto. Pero su mente estaba tan sumergida en sus pensamientos, en sueños poco probables a suceder; vio su cámara a un lado y pensó en que tal vez tener una foto de Koutarou sonriendo después de ganar un partido sería suficiente para tranquilizar sus desbordantes sentimientos y evitarse ese temor al rechazo o que la ignorase al no comprenderlos.

—Sería mejor... —habló en un suspiro, estirando sus manos al cielo. Tal vez en casa podría escribir algo.

—Hariko.

Ella dio un respingo por el inesperado llamado. Al inicio no reconoció la voz, tranquila y serena, sino hasta que giró su torso para mirar a la puerta. Bokuto estaba ahí parado, con un gesto relajado que tomó por sorpresa a lachica ya que no suele verlo así.

—¿Qué sucede Bokuto? —preguntó la chica terminando de guardar sus cosas y agradeciendo internamente que no la hubiera descubierto intentando escribir en una pequeña hoja de papel como las que recibía en ocasiones.

—Vine por ti —respondió él regalándole una sonrisa.

—¿Po-por mí? Estaba a punto de salir, n-no debiste venir hasta acá —internamente Hariko se preguntaba en qué momento el universo decidió que Bokuto fuera por ella, que le esperara al terminar cada uno su club e irse juntos a la estación. Si Ryoko viera el momento, Saraga estaría completamente segura que a la azabache se le escaparía un comentario propio de ella y que ahora mismo podría usar para describirse:

Hariko.exe ha dejado de funcionar.

Bokuto se encogió de hombros—. Era mejor esperarte aquí a estar solo en la salida de la academia —explicó recargándose en el marco de la puerta de madera.

—Pero ¿Mio y Akaashi no estaban contigo? —cuestionó la joven cargando con su mochica, dando pequeños pasos hasta acercarse a él esperando por una respuesta.

—Dijeron que tenían cosas que hacer —ambos salieron del aula del club y caminaron por el pasillo— y Matsumae dijo que viniera por ti.

—Ya veo —Hariko se limitó a responder aquello, sabiendo las intenciones de ambos al ser sus cómplices en entregarle sus notitas a Bokuto; sin embargo, aquello podría ser obra de Ryoko, quien pudo haberlos aconsejado para dejarlos solos.

Podría reclamarles por todo ello, pero si era sincera con ella misma, por su cuenta no hubiera llegado al punto de irse con él a la estación, así que debía agradecerles un poquito.

Un punto a favor del universo conformado por Ryoko, Mio y Akaashi.

...



DIC062021

Garabatos en papel [Haikyuu] Bokuto KoutarouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora