Capítulo 3

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—Entonces... ¿él puede meterse en tu cabeza y crear ilusiones? —Doyoung preguntó con curiosidad, caminando justo a un lado de los líderes quienes asintieron con la cabeza lentamente.

—Sí, puede hacerte feliz haciéndote ver tus deseos e ilusiones más grandes—Kun dijo con lentitud y Taeyong le dio la razón en sus palabras, apuntando al chico que jugaba fútbol con un grupo de personas. El mayor sonrió cuando lanzó la pelota, pegándole con demasiada fuerza y metiendo un gol. Rápidamente fue aclamado por todos los demás mientras que el trío no apartaba la mirada de él.

—O puede hacerte pedazos en tan solo cinco segundos —agregó Taeyong y Doyoung abrió los ojos. Él encontraba que era poderoso con poder persuadir a cuantas personas que quisiera, pero crear ilusiones y jugar con la estabilidad emocional era algo... interesante.

—Vamos, acaba de terminar el partido —Kun dijo y los tres caminaron con lentitud hacia el adolescente de tan solo 15 años, pero sorprendentemente parecía casi de 18.

Esperaron pacientemente a que terminara de hablar con los demás y cuando se encontró solo guardando sus cosas en su pequeño bolso, Taeyong se puso a su costado derecho y Kun a su lado izquierdo. Doyoung, por órdenes de sus superiores se quedó unos pasos detrás, nadie sabía como podían reaccionar a quienes estaban reclutando, tan solo sabían cosas básicas y sus poderes.

—¿John Suh? —Taeyong interrogó y aunque era mayor que él por un año se sintió pequeño cuando el menor lo miró con las cejas fruncidas.

—¿Quiénes son y por qué saben mi nombre? —dijo, dando un paso hacia atrás y mirando a ambos. No pasó desapercibido para ninguno de los dos en la manera que se posicionó como si fuera atacar en cualquier momento.

—Tranquilo, estamos aquí para conversar contigo —Kun intervino, poniendo una mano sobre el hombro del menor y rápidamente fue apartado de un manotazo.

Taeyong alzó las cejas y entrecerró los ojos. Bien, hasta el momento estaba reclutando al segundo integrante de aquel proyecto tan nefasto y ninguno de los dos había reaccionado bien. Solo deseaba firmemente que los demás cooperaran porque lo que menos quería, era tener canas antes de los 20 por tener que pasar rabia.

—Solo venimos hablar contigo, John.

—Y yo no quiero hablar con ninguno de los dos —sentenció. —Si me permiten, tengo que irme ahora y si no se apartan seré capaz de-

—¿De golpearnos? ¿O de crear ilusiones en nuestras cabezas? —Taeyong lo interrumpió y el menor lo miró fijamente mientras una pequeña sonrisa aparecía por su rostro y antes de que el líder superior pudiera decir algo, se vio envuelto en una oscuridad fría y perturbadora.

Su pequeña figura estaba en la esquina de la habitación a la que había sido conducido y sollozaba fuertemente. Su cuerpo dolía y las paredes comenzaban a asfixiarlo poco a poco, el dolor era tan real que sentía que agonizaba y de pronto la puerta fue abierta con demasiada brusquedad asustándolo más de lo que ya estaba. El hombre frente a él apareció y Taeyong podía ver como se volvía cada vez más grande hasta dejarlo diminuto a su lado.

—¿Abuelo? —quiso llorar aún más fuerte.

—Detente ahora —escuchó de manera autoritaria y tan pronto como pestañeó, todo lo que imaginó desapareció, dejándolo con un escalofrío y sintiendo un nudo en su garganta por lo experimentado. Frente a él, Doyoung sujetaba el hombro de Johnny y lo miraba con el ceño fruncido.

—¿Quiénes son exactamente ustedes? —Johnny preguntó, obedeciendo de inmediato a la petición de Doyoung.

—Somos parte de NCT; Neo culture technology. Debes saber de nosotros, Johnny —Kun dijo con lentitud y el americano asintió con lentitud mientras tomaba su bolso. Taeyong soltó un tembloroso suspiro, maldiciéndose por haber sido entrenado por largos años y sin embargo, sus barreras aún se veían indefensas.

SUPERHUMAN ↬ NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora