La desesperación y el miedo fueron los primeros sentimientos que invadieron a Taeyong y justamente antes de mirar al menor que lo acompañaba.
—Ve con los demás —mandó con urgencia y de inmediato utilizó su poder, teletransportándose –poder que casi nunca utilizaba– a la habitación del menor de todos. Jisung, Jeno y Sungchan ya estaban levantados, alertas a los fuertes sonidos que emitían las alarmas.
—¿Hyung que es eso? —Jisung casi jadeó del miedo. De hecho, sus ojos lo demostraban, pues jamás se habían visto amenazados en su propio hogar.
Taeyong estaba aterrado, sinceramente. Ahora, ni siquiera su propia casa era segura para ellos.
—Ellos están aquí —dijo con desesperación, tomando la bola de cristal entre sus manos y dándosela a Jisung con cuidado. —Llévala al sótano que está al final del patio, detrás del garaje. La clave de la puerta ustedes se la saben. Ustedes dos acompáñenlo, aún tienen tiempo porque todavía no entran a la casa. No salgan del sótano, deben cuidar la bola de cristal, es una orden —le indicó y ellos asintieron rápidamente, los tres saliendo rápidamente de la habitación.
El mayor cerró los ojos, inhalando un profundo suspiro y cuando los volvió abrir estaban tan dilatados que llegaban a brillar. Estaba enojado; furioso como jamás nunca antes lo había estado. Habían irrumpido en su hogar, habían acabado con la calma que con tanto esfuerzo él y Kun habían impuesto en sus chicos.
Acabaría con cada uno de ellos.
Salió al pasillo con pasos rápidos, encontrándose a los demás miembros también, algunos vistiéndose rápidamente, preparándose para lo que estaba a punto de suceder, porque claramente habían tenido entrenamiento sobre esto. Sabían perfectamente qué significaba aquella tan bulliciosa alarma.
—¿Por dónde mierda están entrando? —Kun preguntó, caminando a la par con Taeyong viéndose igual de enojado. Ambos tomaron la delantera y sus chicos caminaron detrás de ellos.
—La única manera de entrar es por enfrente de la casa —Taeyong dijo, dirigiéndose al lugar mencionado. —Envié a Jisung, Jeno y Sungchan con el cristal ese al sótano. Están aquí por Chanhee y no le vamos a hacer el maldito favor de dárselos, así como ellos tampoco quisieron hacerlo con Chittaphon.
Kun le dio una rápida mirada y justo cuando iba a protestar, un fuerte estruendo sonó; la pared delante de ellos cayó y dejaron ver casi a la misma cantidad de personas de lo que eran ellos, y Taeyong contó rápidamente.
Veinticuatro, de los cuales trece rostros ya habían visto antes y once nuevas caras.
Examinó al enemigo rápidamente y el único gran detalle yacía en que los trece chicos con los que habían peleado anteriormente tenían un uniforme diferente al de los nuevos. Su mente superhumana dedujo que el gobierno tenía sub proyectos que se separaban unos de otros y aún así los enviaban a trabajar en conjunto, pero esa era una teoría que tendría que investigar y confirmar en otra oportunidad.
Leyó en letras grandes la insignia que yacía a la altura del corazón de quienes parecían ser los líderes; "S.COUPS - Proyecto SEVENTEEN", "LiSang - Proyecto THE BOYZ".
Sonrió sin ninguna gracia.
—Creo que interrumpir donde no se les ha invitado se les ha hecho una costumbre —Taeyong tomó la palabra, su mandíbula tensa como una roca.
—Que decirte, amigo mío —sonrió burlón quien tenía por insignia S.Coups, dando pasos hacia él y Taeyong junto a Kun también avanzaron con sus miembros detrás de él. —Nos gusta llegar a lugares sin invitación. Dicen que somos el alma de la fiesta.
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SUPERHUMAN ↬ NCT
FanfictionEran un experimento que para muchos resultaba ser una estupidez, pero solo bastó con que una persona confiara en sus capacidades para poder crearlos. Ahora, todos quienes se negaron buscan la manera de atacarlos... pero ellos son superhumanos, ¿acas...