Capítulo 11

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—¿Es como un pájaro? —Doyoung preguntó sorprendido. —¿Realmente vuela?

—No sé porqué te sorprendes —Kun rió—, literalmente en este grupo encontraras poderes que jamás hayas escuchado.

—Es que... es increíble —Doyoung volvió a decir aún asombrado.

—Aquí es —Taeyong dijo, apuntando a una puerta de una casa que se veía bastante acogedora. —Aquí vive la familia del chico. Según su expediente, es el único lugar donde podemos encontrarlo.

—Oh, entonces golpeemos —Kun se adelantó, empuñando su mano y golpeando con suavidad la puerta de la casa Osaki. No tardaron mucho en salir, mostrando a una señora de mayor edad.

—Hola, buenos días —Taeyong se adelantó a decir. —Estamos en busca de Osaki Shotaro, somos sus amigos.

—Oh... Taro no está ahora mismo, fue a comprar unas galletitas para su abuela. Llegará en unos minutos —respondió la señora con una pequeña sonrisa fraternal. —Pueden pasar y esperarlo adentro, preparé chocolate.

Taeyong apretó los labios mirando a sus dos amigos, sorprendiendose cuando ellos lo miraban con ojos brillantes e ilusionados. Hacía muchísimo que no probaban chocolate caliente de alguien que no fuera ellos.

—Está bien, muchas gracias señora —terminó respondiendo y Doyoung junto con Kun sonrieron complacidos por su respuesta.

La mujer los dejó entrar a la casa, indicándole a cada uno que se sentara en el sofá mientras ella iba en busca de la taza de chocolate prometida. Una anciana estaba allí también, sentada en un sofá individual y los miraba atentamente.

—¿Son ustedes?

—¿Eh? —Kun preguntó confundido ante la pregunta de la anciana.

—Ustedes son quienes vienen en busca de mi nieto, ¿verdad? Los del proyecto ese del porqué mi Taro tiene el poder de volar.

Los tres enmudecieron y lo primero que hicieron fue mirar a Taeyong en busca de alguna respuesta puesto que ella sabía bastante bien quiénes eran. Se suponía que solo los padres del chico debían saber sobre sus poderes, nadie más.

—Solo ella y yo lo sabemos —intervino la madre del japonés llegando hasta ellos con una bandeja en sus manos y sobre ella tres tasas de chocolate humeante. Con cuidado le entregó cada tasa a cada uno de ellos. —Shotaro no tiene padre, entonces mi madre y yo lo hemos criado. Pensé que ella podría enterarse... sabíamos que pronto vendrían por él, además jamás los había presentado como sus amigos...

—Oh... —Doyoung asintió bebiendo y quemándose en el proceso.

—Entonces está bien que ustedes estén al tanto del poder de Shotaro—Taeyong decidió hablar. —Hemos estado reclutando a cada uno por tiempos separados, esperamos que primero se adapten y luego vamos en busca de los demás. Hoy hemos venido por Shotaro.

—Cuiden bien a mi nieto —dijo la anciana con una pequeña sonrisa justo en el momento en que la puerta principal era abierta, dejando ver a un tierno chico con ojos brillantes.

—¡Llegué! —gritó, asombrándose cuando vio a los tres desconocidos sentado en su sofá y bebiendo chocolate caliente. —Oh... hola a todos.

—Hola, Shotaro —Kun respondió dándole una sonrisa e inclinándose levemente. —Estábamos esperándote.

—Hijo, ellos han venido por ti —habló su madre y Shotaro abrió sus ojos, una pequeña sonrisa asomándose por sus labios.

SUPERHUMAN ↬ NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora