No quería volver a ese lugar por ningún motivo. Había prometido así mismo y a Kun, no volver a pisar aquella casa jamás en la vida, pero a veces no siempre todo sale como uno desea.
Estar frente a esa casa que lucía increíble por fuera, pero desastrosa por dentro lo hacía revivir mil y un recuerdos de lo que fue el pasado. Años de tortura, de entrenamientos y de gritos que debía soportar. No sabía cómo es que a pesar de estar en plena civilización, Sooman lograba acallar todo lo que ellos gritaban para sobrevivir, pero sabía que su abuelo era alguien inteligente –¿Cómo lo creó, si no?– y él sótano gigante que estaba construido en la parte inferior de la casa estaba hecho de paredes insonorizadas, es por eso que nadie lograba salvarlos de toda la tortura. Quería creer que era eso y no que los vecinos hacían oídos sordos a todos sus gritos.
Con el corazón latiéndole a mil, tocó la madera de la puerta, no sintiéndose listo de volver a ver a ese viejo pero debía hacerlo por su grupo. Para que volvieran a confiar en él.
Su respiración se detuvo en cuanto la puerta frente a él se abrió dejando ver al hombre que por tantos años lo hizo sufrir. De pronto se sintió pequeño, como una hormiga frente a un humano despiadado dispuesto a pisarlo.
—Sooman —soltó en un suspiro tembloroso. —Hola.
—Sabía que algún día vendrías, nieto —respondió con una sonrisa llena de orgullo que a Taeyong le dieron ganas de vomitar. —Ven, entra.
Quiso decir que no, que jamás volvería a entrar a esa casa, que lo odiaba y repudiaba, pero en lugar de soltar algo, solo asintió rígido y entró a la casa, la puerta sonando fuerte en sus oídos cuando se cerró a sus espaldas.
—¿Té, café? —preguntó apuntando hacia la cocina y Taeyong negó firme.
—No quiero nada, gracias —respondió aún mirándolo con suspicacia. —Y sabes que no vengo precisamente a tomar el té como si fueras el jodido rey de Inglaterra.
—Oh, ¿viste las noticias? Es lamentable que la reina haya muerto...
—No vengo hablar de la muerte de ella tampoco —respondió con los dientes apretados porque realmente sentía que Sooman se estaba burlando de él en su cara. —Quiero que me cuentes toda tu mierda ahora mismo. Ya no quiero más secretos, no quiero ser ignorante ante lo que soy. Cuéntame todo, Sooman.
—¿Todo...? —alzó las cejas con una pequeña sonrisa. —Primero debes acompañarme al sótano. No creo que se pueda hablar de eso aquí... después de todo es una casa normal, lo que sucede allí abajo tiene que ver con los experimentos.
Un escalofrío recorrió por todo su cuerpo, ir de nuevo al sótano era recordar y ver con sus propios ojos su sufrimiento años atrás. Pero ahora no dejaría que nada acabara con él.
—Si intentas hacerme algo, Sooman, soy capaz de despedazarte con mis propias manos. Soy mucho más fuerte que tú, con un chasquido puedo desintegrarte.
—Lo sé, no soy tonto, chico —negó con la cabeza. —Vamos, allí podremos hablar con claridad y podré mostrarte todo. De todas maneras, quieres enterarte de todo, ¿verdad?
Bajar esas desgastadas escaleras fue peor para Taeyong. Su cuerpo temblaba del miedo, del vívido recuerdo y podía ver en la esquina de aquella sucia y oscura habitación a dos niños pidiendo ayuda a gritos. Sus ojos eran brillantes y aún había tiempo de salvarlos, ahora sólo debían cargar con el peso de mentiras, secretos y una confianza rota en lo que habían construido como familia.
—Comienza hablar, quiero estar lo menos que pueda —dijo con voz tensa, cruzándose de brazos mostrándose débil ante Sooman.
—Bien —contestó, encendiendo la luz y Taeyong se sorprendió, porque lo que recordaba como sucio y oscuro, ahora estaba limpio y brillante. La tecnología estaba renovada, habían camillas blancas como en un hospital y muchas cosas que no entendía. —¿Desde donde quieres que comience, nieto?
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SUPERHUMAN ↬ NCT
FanficEran un experimento que para muchos resultaba ser una estupidez, pero solo bastó con que una persona confiara en sus capacidades para poder crearlos. Ahora, todos quienes se negaron buscan la manera de atacarlos... pero ellos son superhumanos, ¿acas...