Capítulo 34

390 51 12
                                    

Día 81

—¡No quiero verte más en la habitación! —Sicheng gritó, al mismo tiempo que lanzaba un par de zapatos por la puerta. Sungchan quien iba pasando con un par de galletas robadas se quedó mirando el chisme atentamente.

—¡Deja de lanzar mis cosas, estúpido! —la voz de Yoonoh también sonó por el lugar. —¡Fue un maldito accidente!

—Es la cuarta vez, Yoonoh —Sicheng siseó, tomando las mantas del mayor y dejándolas fuera de la habitación.

Poco a poco, los demás habían comenzado a acercarse hasta donde estaban haciendo aquel espectáculo, todos queriendo saber exactamente que había sucedido para que el par de mejores amigos inseparables se comportaran de esa manera. Eran los roommates quienes menos discutían dentro de la casa, así que para todos era un asombro escucharlos gritarse de esa manera.

—¡Pero fue un accidente!

—¡Pero es la cuarta vez que quemas mis cosas! —Sicheng volvió a gritar. Taeyong, sin poder ver lo que estaba sucediendo debido a su estatura y que estaba casi al final de todos, intentó pasar hasta adelante. —Primero mis mantas, luego mis zapatos, después mi ropa y ahora mi celular.

Todos jadearon sorprendidos.

—¡Entonces, yo también puedo recriminarte todas las veces que no me dejas dormir! —Yoonoh gritó. —¡Siempre te quedas toda la noche despierto jugando en tu computadora! Y lo peor es que gritas.

—¡Dijiste que no te molestaba!

—¡Pues mentí! ¡Así como tú me dijiste que no había problema cuando quemaba tus cosas por accidente!

—Bien, creo que el show está terminando ahora —Taeyong intervino, escuchando algunas quejas por parte de los demás cuando detuvo la conversación. —¿Podemos solucionar esto sin tener que gritar y lanzar cosas?

—Pero él-

—¡Vete de aquí, maldita sea! —otro grito ajeno a los que antes discutían, se hizo sonar en el pasillo y en cuanto se giraron, pudieron notar como un par de brazos empujaban a Renjun fuera de la habitación, cerrando la puerta con brusquedad.

El chino era inconsciente en como todos lo miraban, olvidando por completo la discusión anterior. Él sólo estaba frente a la puerta que acababa de ser cerrada frente a su rostro, los puños a su lado estaban cerrados con fuerza y su ceño estaba fruncido.

Pero él había aprendido a ser obstinado, así que inhalando una vez más, alzó la mano tocando la puerta.

—Kun hyung, solo quieto ayudarte. Estás así por mi culpa.

—Vete, Renjun.

El menor volvió abrir la boca, pero Taeyong llegó hasta su lado tocando con suavidad su hombro.

—No está bien ahora mismo, ¿sí? Ya luego podrás ayudarlo y hablar con él.

—Pero-

—Déjame intentarlo a mí, ¿bien? —preguntó con suavidad esperando que el chino entendiera sus palabras. Últimamente se había sentido abrumado ante la inesperada información. ¿Cómo debía tomar la noticia de que estuvo muerto por minutos y luego su compañero de grupo lo había revivido aún si estaba completamente prohibido?

—Está bien —contestó con desgano. Sus hombros cayeron y la tristeza dio paso a sus brillantes ojos. —¿Pero puedes decirle que estoy preocupado por él? Y que, si hay alguna manera de ayudarlo, solo debe decirme.

—Se lo diré, Renjun —dijo, sin creer que pareciera tan indefenso cuando hasta hace un mes solo había maldad en su sistema. Realmente se veía arrepentido. —Kun —alzó la voz, tocando suavemente la puerta. Intentaría entrar con su consentimiento y si no resultaba, entonces lo haría a la fuerza. —Quiero hablar contigo.

SUPERHUMAN ↬ NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora