Después de unos minutos Selene se detuvo y comenzó a caminar hacia donde yo me encontraba, sin embargo, la gente la detenía para tomarle la mano y saludarla sonrientes, ellos habían quedado impresionados con su baile y no fueron los únicos. Ella era increíble, aun cuando con sus zapatillas parece torpe, verla bailar era verla convertirse en una persona distinta. Al tenerla tan cerca de mí trate de mantener la compostura así que simplemente le regale una sonrisa.
- Lo... siento...
Me dijo al estar frente mío, hablándome con una voz agitada pero que mostraba una felicidad interna muy grande, se veía contenta. No tardo nada en agacharse y tomar sus zapatillas altas que dejo arrumbadas en el suelo, mi sonrojo aumento al darme cuenta que se había disculpado, incluso mi mano temblaba. Sujete con mi mano derecha mi propia mano izquierda, en un vano intento para disminuir el temblor que invadía mi cuerpo, no era solo el baile de mi joven amada lo que me había puesto de esa manera, era toda esta situación en conjunto, por primera vez desde que la conocí, pude ver esa faceta suya, no cabían dudas, estaba completamente enamorado de ella, con ese baile logro cautivarme nuevamente, si eso era posible.
- N-no debes disculparte Selene, no tienes porqué, te veías radiante.
- Gracias - desvió sus hermosos ojos verdes hacia donde dejamos a Virgil y a Charlotte, aun estando agachada, pues se ponía sus zapatillas - ¿Crees que hayan cruzado palabra?
- Bueno - gire mi rostro hacia esa misma dirección - no dudo que ese idiota no haya intentado atraer su atención, está muy entusiasmado... pero creo es cosa de que...
- ¿De qué? - pude sentir su mirada esperando respuesta.
- De cómo reaccione tu criada, a sus avances - sentencie con un profundo suspiro.
- Va a ser difícil, nunca he conocido a una chica tan cerrada como ella - se levantó y me miro sonriendo un poco.
- Pues, parece que Virgil ama los desafíos.
- Por lo visto, y a ti Dante ¿Te gustan los desafíos?
Cuando escuché su pregunta me quede callado y no supe que contestar, era difícil ¿Ella representa un desafío o simplemente soy yo quien complica las cosas? Permanecí en un incómodo silencio durante casi un minuto entero, mire hacia arriba para evitar que mi amada pudiera ver mis ojos y respondí abiertamente sin dejar de mirar el cielo.
- Podría decirse que si, a decir verdad, sino es un desafío que me apasione, que me desespere, que me haga querer rendirme, tan duro que desee arrancar mi propia piel, creo que no valdría la pena, quiero decir... hay desafíos que... si la demás gente se enterara de mis intenciones dirían un sinfín de cosas, pero aun en esos momentos, especialmente en esos dolorosos momentos... no me rendiré, porque si me rindiera sería una cosa sin valor, una cosa por la que no sirve luchar.
Selene se quedó callada ante mi respuesta, deje de mirar al cielo para dirigirle una mirada y cuando pude ver sus labios moverse un poco para contestarme, llegaron Charlotte y Virgil. Mi gran amigo se acercó a mí y me dio un pequeño codazo indicándome que ya deberíamos ir a comer, era impresionante como no hacían falta palabras para comunicarnos entre nosotros. Cerré un poco los ojos ante ese agudo dolor en mis costillas y captando la indirecta de mi amigo me dirigí hacia ellas.
- Bueno damas, ¿Qué opinan si vamos a degustar nuestros alimentos en este momento?
- Me agrada la idea Dante - Selene me siguió el plan como si lo supiera y le dirigió una mirada a Charlotte acompañada de una sonrisa - ¿Estás de acuerdo?
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Cantarella
RomanceNuestros ojos se empiezan a encontrar Dentro de este mundo de inquietud Deja de fingir, sé que sabes bien el secreto de mi obsesión Mi corazón traté de esconder esta emoción que cubre mi ser el calor de esta pasión no se va a detener... Un amor comú...