El Amor No Existe

23.- Confiar

Sasuke

Me encontraba acostado hablando por teléfono con Itachi sobre los casos de algunos clientes que había tenido estos días, luego de que le cambiará drásticamente el tema cuando bromeó acerca de si no le había encontrado cuñado aún.

Además de que todavía no podía superar que mis amigos nos encontrarán a mi y a Naruto en esa situación y seguía sonrojandome un poco cuando hablábamos.

Había pasado un día de lo sucedido con ese idiota y no había querido verlo a él tampoco, ya que también estaba avergonzado por el hecho de que yo provoque lo que ocurrió en el dormitorio.

Me había sido fácil evitarlo ya que hoy era viernes y no tenía clase de filosofía, además de que mis amigos me habían ayudado a esconderme del dobe durante el descanso y solo una vez estuve a punto de toparme con él en un pasillo pero Suigetsu me detuvo a tiempo .

Ellos entendieron como le sentía y que por ahora no quería verlo, pero eso no detendría el hecho de que el lunes tendríamos que exponer nuestro proyecto en clase y aún no estaba concluido, así que queriendo o no; mañana tendría que ver a Naruto.

Estaba algo inquieto por verlo. Quería dejarle claro que a pesar de lo que ocurrido, no pasaría nada entre nosotros aún.

¿Aún?

Ese pensamiento me asustó, ¿significaba que estaba aceptando que en algún momento pasaría?

No, definitivamente no ocurriría, a no ser que el idiota demostrará que de verdad me veía como algo más que un agujero virgen que follar.
Pero a pesar de que empezaba a confiar un poco más en Naruto dudaba mucho que eso pasara.

La voz de mi hermano hablando sobre visitarme pronto me sacó de mis pensamientos y regrese mi atención a Itachi, escuchando como hablaba ahora sobre un doncel que recién había conocido.

Luego de terminar la plática ayude a Karin a ordenar un poco el desastre de ropa que tenía en su armario.

Me costó bastante conciliar en sueño, pero este se vio interrumpido cuando escuché la puerta de la habitación abrirse y unos pasos aproximarse que traté de ignorar, hasta que sentí una parte de la cama hundirse y una mano familiar acariciado mi mejilla.

Esto hizo que abriera los ojos por completo y casi gritara de la sorpresa cuando vi a Naruto recostado a un lado de mi con una sonrisa de lado.
Sin embargo mi grito quedó ahogado por sus labios en un suave beso.

- ¡¿que demonios haces aquí idiota?! - exclame cuando se separó de mi

- shh, no queremos que la loca se despierte - Me calló con voz baja y ambos volteamos a ver a Karin.

Mi amiga se encontraba completamente dormida en una posición extraña, destapada hasta la cintura y con un brazo colgando de la cama.

Yo sabía que Karin tenía el sueño muy pesado pero aún así baje el volumen de mi voz.

- ¿que haces aquí y como entraste? - pregunté de nuevo en un susurro a Naruto que me veía sonriente.

- Karin es muy distraída como para notar que le faltan las llaves de su propio dormitorio - explicó cómo si nada mientras me mostraba la llave en su mano izquierda y recargaba su cabeza en su brazo derecho

- tsk, aún así, ¿porque estas aquí y a esta hora? - eran las tres de la madrugada y este dobe estaba cómodamente acostado y sonriente mientras yo me contenía para no gritarle.

- te extrañe hoy, y no podía dormir por tratar de pensar en la razón de porque me evitaste - me recriminó con diversión

- te evite porque no tenía ganas de ver al dobe pervertido con él que mis amigos me descubrieron en una posición nada decente - conteste a la defensiva