El Amor No Existe

27.- Besos

Naruto

Desperté sintiendo a Sasuke removerse contra mi acomodando su cabeza en mi pecho y subiendo una pierna sobre la mía.

El tacto de la suave piel me fascinó, pero fue la imagen de Sasuke durmiendo lo que causó algo realmente raro en mi.

Su rostro se veía tan hermoso, con una expresión tranquila, su cabello un poco desordenado junto a esas mejillas rosadas, labios ligeramente entreabiertos y sus párpados cerrados suavemente.

Sentí algo extenderse por mi pecho con calidez, y una sonrisa enternecida se invadió mi rostro.
¿Cómo demonios Sasuke podía ser tan lindo incluso durmiendo?

No pude resistir el impulso de acariciar su cabello, así que me entretuve unos minutos acariciando y jugando con éste.

Sasuke empezó a despertar luego de varios minutos en los que yo me dedique a admirarlo embelesado.

- al fin despiertas pequeño - le hablé sonriendo al verlo restregar sus ojos con sueño y hacer un puchero

- ¿Cuánto tiempo estuve dormido? - preguntó sentandose para estirarse

- casi dos horas - contesté sin despegar la mirada de él para no perderme ninguna de sus expresiones

- mierda, ¿Karin y los chicos no a llegado aún? - cierto, había olvidado a los dementes esos

- extrañamente no, ¿eso debería preocuparnos? -

- Jugo los llevo al cine - contestó mostrándome un mensaje de Karin en su celular

- bueno supongo que eso nos salvó, o la loca se habría puesto peor si nos viera -  comenté viendo a Sasuke buscar algo

- ¿Dónde dejaste mi ropa? -  preguntó casualmente mientras se levantaba de la cama

Un pensamiento me hizo reír y Sasuke miró interrogante.

- creo que es la primera vez que reaccionas calmadamente luego de hacer cosas así - expliqué sonriendo aún

Y en serio era por eso.
Porque eso significaba que se estaba acostumbrando a mi, además de que tenía más confianza en mi como para estar sin blusa o dormir a mi lado, y no avergonzarse por eso.

- callate dobe, ahora dime donde dejaste mi sudadera y vístete tu también - me respondió serio pero pude ver qué trataba de reprimir una sonrisa

- de acuerdo teme gruñón - murmuré riendo me dispuse a averiguar dónde dejé la sudadera.

Cuando ambos estuvimos vestidos sabía que iba a empezar con sus regaños, así le dí un casto beso y sugerí que terminaramos de hacer el trabajo.
Aunque igual recibí un regaño cuando notó unas manchas de semen en las sábanas, y las cambió; quejándose avergonzado con un lindo sonrojo en sus mejillas que tuve que abstenerme de besar.

Sasuke

Media hora después terminamos el proyecto y Karin aún no regresaba, así que Naruto me convenció de ir a una cafetería cerca del campus.

Fuimos caminando mientras Naruto me contaba que la cafetería pertenecía al padre de Chouji, y me garantizaba que tenían los mejores postres, lo cual de alguna manera nos llevó a debatir sobre que tipo de pasteles eran mejores.

Cuando llegamos el lugar era bastante amplio, con paredes blancas y decorado con pinturas de mariposas y ventanas amplias con algunas pequeñas estampas también de mariposas.

Tomamos asiento en una mesa alejada de las que estaban ocupadas, cerca de una ventana y mientras yo revisaba el menú recibiendo algunas sugerencias de Naruto un par de chicas se acercaron a nuestras mesa.