[Primer y segundo mes]
Tord se sentía de la verga.
Había estado vomitando todos los días, sentía asco de cualquier olor levemente fuerte que se acercara a sus fosas nasales, y ni hablar de cuando quería comer.
Allí estaban ambos en el baño, Tord vomitando en calzoncillos y Tom bañándose ya que el noruego le había vomitado encima.
—esto es de lo peor_ habló cansadamente mientras se recargada en la taza del inodoro.
— tranquilo, pastelito, ya te sentirás mejor pronto_ habló mientras se enjabonaba, tratando de quitarse la peste a vómito.
—eso *arcada* espero_ hizo una pausa al creer que iba a volver a vomitar_ Hugh, de verdad apesto.
—así que apestas?_ habló Tom, sujetandolo del brazo y metiéndolo con el a la regadera_ hace mucho que no nos bañamos juntos, tal vez te ayude a olvidarte de ese mal estar_ habló dulcemente mientras abrazaba a su esposo y bajaba sus boxers.
Tord se sonrojó, no importa cuanto tiempo pasará aun le daba pena que Tom fuera tan descarado para desnudarlo.
Aún así quería, así que sólo se dejo hacer.
Ambos se sentaron en la bañera, mientras Tom lavaba el cabello castaño miel del más bajo y este veía su patito de hule flotar en el agua como un niño.
Tord se volteó y se sentó sobre las piernas del de cuencas, empezando a enjabonar su cabello y hacer formas raras con el.
No había nada pervertido en aquello, sólo ellos dos mimandose como una pareja amorosa.
Tom tenía razón, se sentía mejor ignorando su mal estar.
[Tercer y cuarto mes]
Tord estaba mejor, podía comer tranquilamente sin vomitar y eso le hacía feliz. Su vientre se empezaba a notar y eso le emocionaba.
Aunque empezaba a tener los primeros síntomas de la abstinencia a su adicción, los cigarrillos.
Su esposo había decidido sufrir con el, el iba a abstenerse del alcohol hasta el nacimiento del bebé.
Ambos habían encontrado buenos sustitutos. Tord se la pasaba mascando chicles y Tom se la pasaba bebiendo café.
Empezaban a buscar nombres, Tord buscaba nombres para niña y Tom para niño, aún seguían divididos por ver quien tenía la razón.
[Quinto y sexto mes]
Se había ido todo ala mierda, Tord cambiaba de humor, lloraba, maldecia, se enojaba, volvía a llorar y sus antojos eran extraños.
Como por ejemplo:
Tocino con mantequilla de maní.
Yogurt helado con atún.
Pizza con dulces.
Este bebé tenía gustos raros
A Tom le daba algo de asco ver a su esposo devorar un tarro entero de helado mezclado con sardinas, pero sabía que eran sus extraños antojos los que lo movían.
El vientre de Tord ya era evidente, se veía desde todos lados, y por los chequeos sabían que era un bebé saludable, aunque habían pedido no enterarse de su género.
Ninguno de los dos dormía muy bien, Tord tenía mal sueño y despertaba a Tom en el proceso, pero el bebé era de los dos, sufrirán juntos como esposos y ninguno se quejaba, estaban felices a pesar de todo.
[Séptimo y octavo mes]
Una época de susto tras susto para Tom.
El vientre de Tord aveces daba dolorosas contracciones que le hacían llevarse el susto de un parto prematuro, aunque al final sólo eran gases o contracciones comunes.
