Tom llevaba dos toallas, un patito de hule y el shampoo para bebe que usaba Tambri.
La pequeña esperaba en el baño, sentada en la taza del inodoro con una sonrisita, mientras balanceaba sus pies que aun no llegan al suelo.
—lista para el baño?_ habló Tom mientras empezaba a desvestirse.
—mhm mhm_ respondió con una sonrisa, bajandose de la taza al suelo y empezando a desvestirse.
Una costumbre de ambos era bañarse juntos, Tambri no sabía bañarse sola y Tom terminaba mojandose más que la pequeña cuando intentaba bañarla de lo inquieta que era, así que encontro una solución, bañarse con ella.
A ninguno de los dos le importaba mucho su desnudez, Tambri no veía nada raro en estar desnuda y muchas veces se paseaba así por la casa cuando hacia mucho calor, y Tom, bueno, era gay, estaba casado y la pequeña era su hija y una menor de edad, así que no le importaba mucho tampoco.
Tambri se metió a la bañera, seguida por su papá, el cual empezó a mojar su largo cabello con el agua tibia y seguido, empezó a echar shampoo para esparcirlo por toda su cabeza.
Lo bueno del shampoo que usaba Tambri era que era shampoo para bebé, así que no ardía aunque le entrara en los ojos.
Luego tomó el acondicionador y lo esparcio a lo largo de su cabello.
A pesar de ser más bruto que Tord, y tener Menos tacto, el haber trabajado en una peluquería hace mucho tiempo le había enseñado muchisimo acerca del cuidado del cabello.
A Tambri le gustaban los peinados locos con espuma, así que los baños solían ser largos y divertidos para ella.
Tom pasaba el peine por su largo cabello para desenredarlo, tirandolo por accidente de ves en cuando Por los nudos.
—ay!_
—lo siento, esta muy enredado_
Terminó y enjuago el acondicionador junto con el shampoo.
Tomó su shampoo y se echó un poco en el pelo empezando a lavarlo.
La pequeña sólo jugaba con su patito mientras espera que su Papa se termine de lavar el pelo
Terminó y tomó la esponja para tallar un poco la piel de su hija, Tambri era muy floja.
Aunque a él no le molestaba para nada bañarla, amaba hacerlo, era como su pequeña muñequita, un pequeño tesoro para el, le gustaba mucho atenderla, consentirla y amarla. Era su pequeña.
Tambri adoraba a su Papa, aquí entre nos, tal vez Tom era su favorito, era el más presente en la casa, era el más permisivo y el que más jugaba con ella, pero también era muy bruto e inmaduro aveces, aunque también adoraba a Tord, cuando estaba en casa le dedicaba todo su tiempo a jugar con ella a pesar de estar cansado, cocinaba mejor que Tom porque aveces su Papa quemaba la comida, era más delicado con ella, y era muy amoroso, a pesar de ser mas estricto y severo que su papá. Amaba a sus dos padres.
Salieron del baño y Tom la envolvió con la toalla, secandola y dejándola en su cuarto mientras el buscaba la ropa que Tambri de podría.
Tomó un vestido simple y unos zapatos, la vistió con eso y se sentó en la cama con el secador de pelo para secar el cabello de Tambri.
—como quieres que te peine princesa?_ preguntó.
—dos chonguitos!_ exclamó.
Su Papa separó el pelo en dos mitades, empezando a armar dos rodetes y atandolos con dos moñitos y dejando una parte del cabello suelto.
La pequeña sonrió feliz mirando su peinado en el espejo, agradeció a su Papa y fue a jugar un rato.
Tom fue a vestirse porque estaba en calzoncillos.
La hora del baño era divertida.
