Training

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Desperté por el golpeteo en la puerta de mi habitación miré mi reloj de mano.

Mierda...

Caminé hacia la puerta y la abrí.

— ¡Oye! Tenías que estar abajo hace cinco minutos qué demonios estabas haciendo.— reclamó la castaña.

— Buenos días para ti también Peggy. — dije entrando a mi habitación nuevamente.

— ¿Por qué no has bajado?

— Me quedé dormida ¿Tal vez? — la miré sarcástica.

— Cállate Jones, tienes diez minutos para estar abajo o no te justificaré con Phillips.

— Entendido entonces.

Rápidamente corri hacia mi mochila saque un peine y mi uniforme limpio. Peiné mi cabello en un recogido y me coloqué el uniforme.
Cepillé mis dientes, lavé mi rostro y salí a la velocidad de la luz.

Llegué a el campo donde entrenarían los soldados, estaban riendo y hablando varias estupideces.

Hombres...— pensé.

— Buenos días soldados. — saludé.

Todos voltearon y rápidamente dejaron de hablar

- Buenos días mi capitana. - dijeron en una sola voz.

— Tomaré sus nombres para saber si están presentes, porfavor guarden silencio y levanten la mano.

- Jhonson
- Mcclain
- Smith
- Hodge
- Murphy
- Groof
- Mccartney
- Cameron
- Rogers

Sonreí de lado al ver a Rogers con su uniforme. - se vehia muy tierno.

Bien caballeros síganme... Llegamos a un cuarto donde habían armas con balas de salva para los entrenamientos.

Cómo es bien sabido por ustedes... No tenemos mucho tiempo por lo que hoy vamos a ver su rendimiento con armas. Acorde a esto se decidirá para que son más aptos. ¿Preguntas?

El soldado identificado como Hodge levantó la mano.

— Cual es su inquietud soldado...

— Con todo respeto "capitana" -hizo comillas con sus dedos. ¿Usted cree que de verdad una mujer sabe manejar armas? Digo... Las mujeres deberían estar en casa cuidando a los niños, no en una guerra de Hombres...

— No pienso responder estupideces, sin embargo le diré que una mujer puede acabar con su existencia si así se lo propone. Por lo pronto su pregunta me parece innecesaria. ¿Alguna pregunta que valga la pena responder, soldados?

Hubo un largo silencio así que decidí hablar.

— Bien,  ¡Jhonson!

— ¿Sí, mi capitana?

— Hoy probarás el rifle

— Está bien.

— ¡Mcclain!

— ¿Si, señora?

—  Te toca la escopeta.

— Si mi capitana.

Los demás usarán armas de bajo calibre e irán cambiándose conforme pasen los días. ¿Entendido?

— ¡Entendido mi capitana!

Muy bien, pasen a recoger sus armas y diríjanse al campo de tiro.

Les enseñé como disparar sus armas, Hodge como siempre fue arrogante y no quiso recibir mi consejo. Así que decidí dejarlo solo. Y como esperaba salió volando.

Había una vez... En 1940 (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora