Había una vez... En 1940 (Reescribiendo)

another mission, another love

Llegamos a la base de S.H.I.E.L.D, mi herida aún no sanaba así que Nat me llevó a la enfermería.

En el instante que me quitaron la bala supe quién me había disparado.
Pero... ¿Cómo? ¿Qué no estaba muerto?.

Supuse que tal vez fue otro soldado del invierno ya que en HYDRA había más.
Cuando la enfermera terminó de coser mi herida me dirigí a la oficina de Nick para darle la USB.

— Hola Nick!, Te traje lo que me pediste.

— Hola Stella, por lo que veo no te fue nada bien. ¿Cierto?

— Pues recuerdas lo que te dije sobre las balas soviéticas... Me dispararon con una de esas. Y aquí estoy.
Estaré bien solo es un rasguño._ tomé la laptop de su escritorio para poner la USB.

— ¿No crees que pudo haber sido tu Bucky?._ cuestionó.

— Me dijeron que estaba muerto así que lo dudo._ dije con cierto tono de nostalgia.

— Lo siento._ se limitó a decir.

Estuve hackeando claves y demás en la USB hasta que hubo una alerta y se apagó la laptop.

— Mierda!_ golpeé la mesa con ira.

— ¿Pasó algo malo Stella?

— Diseñaron un programa para no poder entrar a la información. El que lo diseñó es un poco más listo que yo...
Solo un poco.

— ¿Puedes hacer algo?_ cuestionó.

— Debo ir a una tienda de computadoras, no me podrán rastrear desde ahí. Haré como si soy parte de HYDRA.

— Irá Hill, te necesito en otra misión._ ordenó.

— Cuando y dónde._ Cuestioné.

— Saldrás mañana en la mañana, un helicarrier te estará esperando. La misión es en Corea del Sur, debes rescatar a un capitán del ejército.

— ¿Cuál es su nombre?.

— Cillian Murphy._ me dió un sobre con la información.

— ¿Irá alguien conmigo?

— No, es muy arriesgado... Por eso mandamos a la mejor agente de S.H.I.E.L.D.
Confío en ti Stella._ dió unas palmadas en mi hombro.

— No te fallaré Entonces Nick.

— Eso espero Stella.

— Te doy mi palabra.

Sin más salí de la oficina.

Me dispuse a beber un poco de agua e irme a mi habitación ya que estaba cansada y necesitaba desahogarme.

Llegué a mi habitación y saqué el cofre dónde tenía la colonia de Bucky, tomé el suéter que me puse esa noche que dormí con el y los pensamientos invadieron mi mente.

¿Por qué no hice más? ¿Por qué no estuve con él? Por mi culpa el amor de mi vida está muerto y ya no hay nada que pueda hacer. ¿Por qué no yo?

No pude cumplir mi promesa..._ susurré con voz quebrada y los ojos aguados.

Empecé a llorar desconsolada, abracé el suéter con el olor a la colonia de Bucky y así me mantuve por horas hasta que el cansancio se apoderó de mí.

(...)

Desperté por el fuerte sonido de mi alarma. Aún somnolienta la apago, me pongo mi traje y me dirijo a la base aérea de S.H.I.E.L.D para tomar el helicarrier.

Cuando llegué efectivamente este ya estaba preparado así que subo rápidamente.

— Buenos días agente Fury._ saludan  los pilotos.