Dangerous love

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Llegamos al puerto donde se estacionan los helicarrier, bajo rápidamente para guiar a los soldados a un hospital de S.H.I.E.L.D ya que debían ser internados por algunas heridas infectadas que tenían y otros simplemente debían guardar reposo.

Cuando todo está completamente en orden decido irme.
Necesito dormir._ balbuceo mientras camino por los pasillos del hospital dirigiéndome al ascensor.

— Agente Fury!
No creí que se iría tan rápido.

— Si le soy sincera capitán estoy un tanto cansada. No he tenido tiempo de dormir así que es por eso._ digo amablemente.

— Oh, porfavor no me digas capitán. Llámame Cillian, suena más... normal._ dice haciendo comillas con los dedos.

— Está bien Cillian, Entonces si vamos a tener ese tipo de confianza puedes llamarme Stella.

— Stella... Lindo nombre, para una bella dama._ dice con una sonrisa.

— Gracias Cillian._ digo entrando al ascensor.

Mierda. Digo para mí misma cuando el entra junto a mi al ascensor y de nuevo siento las malditas mariposas y mis mejillas calentarse.

— Stella... Quiero conocerte mejor, ¿Te parece si... Salimos a cenar o a algún parque de diversiones algún día?

— Este... Depende de mi agenda y misiones pero cuando tenga tiempo libre claro que acepto.

— Genial!_ dice con una gran sonrisa en su rostro.

Hasta ese punto no me había dado cuenta de lo apuesto que era, su cabello castaño, sus ojos color azul claro, sus labios carnosos y rojos.
Su sonrisa tan única, y su actitud amable y cordial.

No pude evitar sonreír mientras lo observaba.

El ascensor se abrió indicando que ya debía bajar.

— Amm ya debo irme, te veo luego._ digo un tanto desubicada.

— Sí, sí... Está bien. Esteee... Gracias por todo Stella.

Me quedé mirándolo por un momento más hasta que escuché la voz de Nat.

— ¡Stella!._ se apresuró a saludarme.

Rápidamente salí del ascensor.

— Hola Nat._ la abracé.

Natasha se dió cuenta que quería irme de ahí lo más rápido posible así que me ayudó.
Ella me conocía muy bien ya que en todo este tiempo se había convertido en mi mejor amiga.

— Capitán Murphy._ saludó asintiendo.

Luego de eso me tomó por el brazo y me llevó al estacionamiento.

Llegando al estacionamiento me lanzó las llaves del auto para que conduzca.

— Oh no, no Nat estoy muy cansada probablemente choque._ le lancé las llaves de vuelta.

Nat le quitó el seguro al auto y entro.

Doy un suspiro pesado y sonoro.

— ¿Cansada?._pregunta la pelirroja.

— Mucho._ digo recargando mi cabeza en el espaldar del asiento.

— Es lindo._ habla Nat después de unos minutos.

— ¿Quién?._ le pregunto.

— El capitán Murphy ¿No crees?.

— Si, lo es. Pero no es mi tipo.

— Claro que es tu tipo. No mientas._ dice dándome un ligero golpe en el brazo.

— Y desde cuándo sabes cuál es mi tipo.

Había una vez... En 1940 (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora