| 𝟰𝟲 |

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Lo primero que Alexandra hizo fue negar con su cabeza

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Lo primero que Alexandra hizo fue negar con su cabeza. Lo segundo, maldecirse a sí misma. Y por último, miró a Lily en busca de ayuda o alguna respuesta.

Lily apretó sus labios y negó con su cabeza, sin saber muy bien cómo reaccionar ante la noticia. Alexandra solo suspiró y apagó la luz del baño para salir de allí, con su amiga siguiéndola de cerca.

En la planta de abajo se encontraban Marlene y Dorcas, ambas se levantaron con una rapidez increíble al sentir los pasos del par.

–¿Y? –interrogó Marlene.

Alexandra ignoró a la chica y caminó hasta el sillón de la sala para sentarse y tapar su rostro con ambas manos. Dorcas y Marlene dirigieron su vista a Lily en busca de alguna respuesta, ya era más que obvio, pero necesitaban la confirmación de aquello.

Lily asintió con su cabeza.

La primera en decir algo fue Lily, que se acercó a Alexandra para sentarse a su lado y posar su mano en su espalda, Dorcas y Marlene copiaron su acto.

–¿Te sientes bien?

Alex asintió y dejó su rostro a la vista, sus ojos verdes estaban húmedos y mordía sus labios una y otra vez, sin descanso alguno.

–Bien, deja de hacer eso. –reprendió Dorcas. Alex suspiró nuevamente y se dejó caer en el respaldar, tapando su cuerpo con una manta que había allí.

–¿Qué harás?

–No tengo idea. –murmuró mirando la ventana, la nieve caía con bastante furia y había una pequeña tormenta anunciada para esa noche. Ella rogaba para que no haya muy mal clima, ya que era Noche Buena.

–¿Los chicos?

–James y Sirius están comprando algunos adornos, aún no tenemos árbol de navidad porque el muy idiota lo quemó con las luces navideñas. – luego soltó una pequeña risa, las chicas carcajearon con fuerza. –Remus se está recuperando de una gripe.

No mentía, no del todo, Remus se estaba recuperando, pero de la luna llena.

–Y Peter no lo sé, vendrá esta noche.

Un pequeño silencio se formó.

Solo se oía el viento en el exterior y el fuego de la chimenea. Marlene suspiró y apoyó su mano sobre la rodilla de la pelirroja.

–¿Qué harás, Alex?

Ella cerró sus ojos con frustración y negó con su cabeza, la cuál comenzaba a doler. Su labio inferior tembló suavemente, por lo que lo mordió.

THANTOPHOBIA; James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora