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Christopher cambiaba muy rápido de humor, y eso era lo más normal del mundo luego de lo sucedido

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Christopher cambiaba muy rápido de humor, y eso era lo más normal del mundo luego de lo sucedido.

El tener tan solo cinco años y perder a tus dos padres en una misma noche debía ser horrible. Y, además, estuvo a punto de morir en el fuego.

El niño era un amor de persona, también muy inocente y soñador. Y el que corra con el riesgo de perder esa personalidad tan linda por lo sucedido era una pena.

Remus llegó a casa de los Potter, y estaba un poco cohibido y preocupado.

El castaño aún no había entablado conversación o visto al niño porque estaba algo asustado.

Remus ya había tenido contacto con niños pequeños, y una vez, se habían asustado por sus cicatrices.

El licantropo no quería que Christopher se asuste más de lo que ya debía estarlo.

¿Y si se ponía a llorar al verlo? Tal vez gritaba.

Alex se dirigió a la cocina, donde Remus se encontraba. Sirius, James y Chris estaban en la sala de estar utilizando el teléfono. El trío llamaba números al azar y realizaba bromas.

–Rem.

–Eyad. –le sonrió.

Alex se sirvió un poco de café y se sentó junto a Remus, el chico cerró el libro que estaba leyendo para prestarle atención a su amiga.

–¿Por qué no estás con los chicos? Creí que ese libro te había aburrido. –rió.

–Si, me aburre. –afirmó haciendo una mueca.

Alex se estiró y lo tomó para leer el título. “Romeo y Julieta”

–¿Por qué te aburre?

–No lo sé, es extraño. –elevó sus hombros. –Siento que está muy forzada su relación, y que no están por amor sino para contradecir a sus familias.

–Bueno, estoy de acuerdo contigo. No se conocen en lo absoluto. Aunque también me recomendaste el libro, traidor. –ambos rieron.

–Exacto. –dijo exhasperado, luego de calmar su risa.

–Pero eso no explica el por qué no estás con ellos.

Remus hizo una pequeña mueca y suspiró temblorosamente mientras golpeteaba sus dedos contra la mesa.

–No lo sé.

–¿Es por Chris?

Él la miró y asintió lentamente.

–¿Por qué?

–Una vez, cuando tenía quince años, mi mamá cuidó al hijo de una vecina cercana a nosotros. Este niño se llamaba Paul, tenía ocho años creo. Él había estado todo el día en mi casa, y yo había pasado el día aquí junto a Sirius, Peter y James, cuando volví a casa fue un caos.

THANTOPHOBIA; James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora