❝Tipo de ansiedad que tiene que ver con el miedo a la muerte, el proceso de morir o perder a un ser querido.❞
Con la llegada de la guerra, James Potter tiene miedo de perder a las personas que ama.
Hay gente que tiene miedo de morir, el simple hecho...
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El año 1979 daba comienzo. El día era frío y la nieve ya se estaba derritiendo, por suerte. Era mediodía del primero de enero, y todos se encontraban en la casa de James y Alexandra para dar comienzo al año.
Sam se encontraba hablando con Marlene y Dorcas en la sala de estar, Sirius le explicaba lo sucedido con su hermano a Frank, Alice, Gideon y Fabian, que habían aceptado almorzar en casa de la pareja.
Remus no estaba tan de acuerdo con la decisión de Sirius, y habían tenido una pequeña discusión por eso. En su opinión, mucha gente sabía sobre el verdadero paradero del menor de los Black y aún así seguían contándole a otras personas.
Pero no quedaba otra opción, Regulus aún vivía allí, y no podía quedarse encerrado de por vida. Todos confiaban en que los gemelos y la pareja no dirían nada.
Alexandra terminaba de preparar el almuerzo junto a Lily y Remus, los tres habían dividido las tareas mientras las chicas aconsejaban al licantropo sobre lo sucedido.
Regulus preparaba la mesa con James, y el menor intentaba ignorar las miradas de los nuevos sobre él. Él sabía que Sirius les estaba comentando lo que pasó, y no sabía como sentirse al respecto. De todas maneras, sus dudas se disiparon al ver que Alice y Frank lo saludaban con toda la confianza del mundo, luego los gemelos se hicieron presentes y palmearon su espalda con amabilidad.
Alex salió al patio trasero al ver que Sam se dirigía allí con Olivia, se colocó un abrigo y frotó sus manos al sentir que su cuerpo se estremecía por el frío.
Sam estaba sentado en una de las sillas y mantenía un cuaderno sobre su regazo, unos dibujos se podían ver a lo lejos.
–Es muy buena. –dijo señalando a la pequeña gata que recorría el patio. –Recuerdo que cuando era pequeño teníamos una, pero era un diablo.
–¿Como la Señora Norris?
–Muy parecido. –rió. –Nunca vi que la tengas en Hogwarts.
Alex elevó sus hombros mientras se sentaba en una de las sillas del lugar, quedando enfrente del chico.
–Mi abuela la adoptó, solía pasear por su casa y no pudo contenerse.
–Fue muy lindo de su parte.
Alex asintió con una pequeña sonrisa y enfocó su vista en su pulsera de plata. Ese fue uno de los regalos que ella había comprado.
Cada uno de Los Merodeadores tenía una con un pequeño dije. Los dijes de James, Sirius y Peter eran de sus formas animagas, el de Remus un lobo y el de Alex una cierva, por su patronus.
–No sabía que dibujabas.
–No lo hago. –dijo avergonzado. –No son buenos, es más un hobbie.
–No te creo. –entrecerró sus ojos. –Desde que te conozco todas las cosas que haces te salen a la perfección, es como un don.
