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Satō Naoko es una forense reconocida y muy exitosa en su carrera pero también mantiene una relación con beneficios con su amigo de la preparatoria Hajime Kokonoi, Naoko sabe muy bien en la clase de nego...
Estaba en la cafetería de la escuela terminando las últimas correcciones de mi tesis en mi computadora mientras esperaba a Mikey porque él pasaría por mi para llevarme al centro comercial a comprar el vestido que utilizaría para la boda de la hermana de Naoto.
-Señorita Satō que placer verla- No tuve que levantar mi vista de la pantalla de mi computadora para saber quien era, el maldito acosador de estudiantes estaba frente a mi.
-¿Le puedo ayudar en algo?- Me irritaba escucharlo.
-Le importa si la acompaño
-Esperó a alguien- Date prisa Mikey.
-No se debe dejar a una señorita plantada- Y si así fuera a él no le importa.
-Él no me plantó.
-Pequeña Naoko, perdón por llegar tarde- Mikey llegó un par de minutos tarde, no era para tanto. La cara de Mikey reflejaba enojo al verlo, no dudaba de que Sanzu les comentara lo qué pasó el día qué vino a recogerme.
-Soy Akemi el profesor de la señorita Satō- Nadie quería conocerlo pero aún así se presentó.
-Mikey, el novio de Naoko- ¿Mi qué?, Akemi al escuchar eso sonrió de manera maliciosa, tal vez él pensaba que engañaba a Mikey con los miembros de Bonten que me habían ido a recoger al campus.
Le extendió la mano para darle un apretón "amistoso" pero no dejaba de retarlo con la mirada.
-Estoy lista Mikey- ya había guardado todas mis cosas y tomé la mano del mafioso.
-Fue un placer Akemi- Tenía la misma mirada que el día en que lo conocí.
En el centro comercial fuimos a distintas tiendas que vendían vestidos de noche pero ninguno me gustaba lo suficiente como para gastar mi dinero en él.
Mikey me tenía mucha paciencia, incluso él daba su opinión acerca de los vestidos.
Llegamos a una tienda que era un poco más costosa que las anteriores pero era más de lo mismo.
-Elegiré por ti- Mikey fue hasta una empleada y le dijo un par de cosas que yo no lograba escuchar por la distancia. -Vamos a los probadores.
Yo entré a uno de los cubículos y poco después llegó la empleada con un vestido en color azul celeste, le di las gracias y comencé a desvestirme para después colocarme el lindo vestido que Mikey eligió para mi.
Tenía un pronunciado escote en el frente, llegaba hasta mis tobillos y se amoldaba perfectamente a mi.
Salí del probador para mostrarle el vestido a Mikey. Cuando me vió este silbó.
-Te queda muy bien.
-¿Tú crees?
-Absolutamente- Fue hasta mi y me beso delicadamente en los labios -Pero si alguien se atreve siquiera a mirarte de manera inapropiada le volaré la cabeza.
La manera de ser romántico de Mikey era aún más rara que la de Sanzu.
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