Capitulo 23: Gustos específicos, Ran

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COLLAR

Estaba en el departamento de Ran despues de que me insitiera en pasar la noche con él, no me negué porque desde que dejaron esas fotos en mi casa no podía conciliar el sueño y cuando no dormía me ponía de mal humor aún más de lo que siempre estoy.

-Ran- lo llamé para atraer su atención.

-¿Que sucede, nena?- me contestó pero sin despegar los ojos de la televisión.

-Un pajarito me dijo que te gustaba ahorcar en el acto, ¿es verdad?

-¿Te dijo mi hermanito?- se miraba molesto y nervioso.

-Entonces es verdad- me burlé de él, sus mejillas se tiñeron de un ligero color carmesí, agarré su mano y la puse en mi cuello -Me gusta de collar- solté su mano y volví mi mirada a la película que tanto trabajo nos había costado elegir.

-Nao no juegues así conmigo- podía ver como intentaba controlarse pero su cuerpo lo traicionaba, en especial su masculinidad que comenzaba a crecer debajo de su ropa.

-¿Jugar cómo?- fingí inocencia, cómo no me contestó me senté en su regazo -Ran Haitani ahórcame- le pedí con la voz más melosa que fui posible.

Ran pasaba las yemas de sus dedos por todo mi cuello pero sin ejercer nada de fuerza.

-Pero Naoko...- un ligero gemido escapó de sus labios cuando comencé a masajear su falo por encima de la tela.

-Ran, ¿me dejarás con las ganas ó se lo tendré que pedir a alguien más?- sus ojos violetas brillaron de lujuria y fue ahí cuando me tomó por la nuca atrayéndome a él para así poder besarnos de forma lujuriosa mientras movía mis caderas sobre su erección debajo de mi.

Las hábiles manos de Ran me dejaron sin ropa en ágiles movimientos, se acercó a una de mis tetas y comenzó a lamer y morder mi pezon hasta que estuvo rosado y erecto por la estimulación.

-Sabes Naoko tengo muchísimas ganas de dejar mis dedos por toda tu piel.

-Puedes marcarme tanto cómo quieras- Con su brazo derecho me envolvió completamente la cintura acercándose a mi cuello.

Ran nos dió la vuelta en el sofá haciendo que quedara debajo de él.

-Desvísteme- Si el imbécil se quitará de encima mío tal vez podría moverme.

-Si te quitarás podría hacerlo, idiota.

Con una mano me agarró de la mandíbula.

-Qué sucia boquita tienes, Nao.

-Es la misma con la que te la m...- Pero no me dejó terminar porque con sus dientes me mordió el labio inferior jalándolo un poco.

Levantó un poco sus caderas para dejare salir de debajo suyo, me puse de rondillas sobre el sofá quedando frente a él, primero quité su corbata, el chaleco y finalmente desabotoné su camisa su tersa y blanca piel era jodidamente adornada por el tatuaje que compartía con su hermano. Él mismo quitó su ropa inferior sacando su pene grande y palpitante listo para partirme pero haciendo que tocara el cielo en el proceso.

-Aún estas a tiempo de negarte a hacer algo- tenía una mirada dulce para lo que estábamos a punto de hacer.

-Quiero que me abofetees- si algo me había quedado claro la vez que estuve en el cuarteto con Ran es que él realmente disfrutaba infligir dolor durante el sexo y yo estaba más que dispuesta a complacerlo.

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