Good for you +21

Capitulo 18: Saldar cuentas

Abrí mis ojos de a poco, no sabía por cuánto tiempo estuve dormida pero el lugar no me resultaba familiar, el cuarto era grande y con pocos muebles.

Ran estaba recargado en la pared con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón, viéndome fijamente.

Nuestros ojos se encontraron pero su mirada tenía pena, pena por mi y lo que me había pasado.

-¿Recuerdas algo?

-Recuerdo a medias Ran- me senté en la orilla de la cama, ya no llevaba mi vestido en su lugar traía una camisa en color negro -¿Cuánto he estado dormida ?

-Solo dos horas- comenzó a acercarse arrodillándose frente a mi, colocando sus manos en ambos lados de mi rostro y juntando nuestras frentes -Lo siento tanto... Nao volvamos

¿Estás consciente el tipo de relación que tengo con lo demás?- Por el momento no estoy dispuesta a dejar a ninguno y Ran debía entenderlo.

Yo mejor que nadie se que lo que sea que tengo con Bonten terminará tarde o temprano y probablemente terminemos siendo Koko y yo tal cómo antes pero hasta entonces quiero disfrutarlos al máximo

-Me importa un carajo mientras esté contigo- pasó sus manos de mi rostro a mi espalda para lograr abrazarme -También te amo Naoko.

No dije nada, solo me limité a disfrutar de la cercanía de Ran sin tener dobles intenciones.

Mi celular comenzó a sonar Ran me lo dió y podía ver que era Ryo, puse mi dedo en el botón de contestar.

-¿Nao estás bien?, tus amigos nos dijeron que no te encontraban.

-Estoy bien, me sentí un poco mareada y le dije a Koko que pasara por mi- Mi amiga se escuchaba desesperada.

-No vuelvas a hacer algo así, la próxima vez dime y yo esperaré contigo, estaba tan preocupada.

- Lo siento Ryo, prometo que no volverá a pasar.

-Más te vale... te dejo para que disfrutes a tu hombre.

-Adios Ryo.

-Descansa linda.

Colgué el teléfono y lo puse en la mesa de un lado, necesitaba ducharme para quitarme esta horrible sensación de encima.

-¿Puedo pedirte un favor?- me dirigí a Ran que estaba sentado a un lado de mi.

-Puedes pedirme lo que quieras.

-Quiero una pastilla de emergencia- no quiero más sorpresas inesperadas.

-Haré que te la traigan enseguida- me sentía sucia por lo que me acaba de pasar porque siempre me jacté de estar con los hombres que yo quería pero está vez fue diferente.

Lo último que recuerdo antes de perder el conocimiento fue a Kakucho a un lado mío cuando caí al suelo y después estar en los brazos de Rindou.

Sanzu entró a la habitación, llevaba un cigarrillo entre sus labios, las mangas de la camisa remangadas a la mitad y había sangre por toda su ropa.

Corrí a él para asegurarme que no estuviera herido.

-Akashi ¿Estás bien?- pasé mis manos por su cuerpo buscando alguna herida.