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Capitulo 24: Gustos específicos, Rindou

Estaba a un lado de Kakucho acariciando su mejilla mientras él dormía profundamente.

¿En que momento los hombres con los que solía tener sexo casual me hicieron sentir tantas cosas y preocuparme por ellos?

-¿Cómo está?- Era la voz de Mikey, me giré sobre mi mismo lugar para lograr verlo, se miraba muy cansado.

-No fue tan grave, pero perdió mucha sangre- Mikey se acostó a un lado de mi y automáticamente lo abracé escondiéndome en su pecho. -Mikey por favor cuídalos.

-Descuida lo haré- Mikey daba suaves caricias en mi espalda.

-¿Bonten tiene problemas?- me gustaba estar lejos de toda su mierda pero el saber que podían salir heridos me preocupaba.

-Últimamente tenemos a montones, acabamos con los pocos topos que teníamos pero los problemas no dejan de surgir.

-Mikey, cuídate... Te amo- Era la primera vez que decía estas cosas estando sobria y se sentía tan bien.

-Yo también te amo Naoko- dejó un pequeño beso en la coronilla de mi cabeza -Aumentaré tu seguridad y más te vale que vayas eligiendo con quien vivir porque en el momento que nuestros enemigos se enteren de que estamos contigo no duraran en abrir fuego en contra tuya.

No me agradaba la idea de vivir con nadie porque eso requería una mayor responsabilidad afectiva a la que no estaba acostumbrada. Mikey y yo nos quedamos un rato más abrazados mientras Kaku seguía profundamente dormido.

Los sonidos de alguien acercándose se colaron a la recámara.

-Hey Satō, Ran dice que no has comido nada, baja te trajimos la cena- No me quería separar de Kakucho hasta asegurarme que estuviera bien.

-Ve, me quedaré con él- Mikey me soltó y Sanzu estiró su mano para que la tomara, salimos de la habitación y me paré a la mitad del pasillo.

-Haruchiyo escúchame bien- me puse frente a él para verlo a la cara, por la diferencia de altura tenía que elevar mi mirada para verlo directo a esos ojos azules que tanto me gustaban - no mueras.

-No lo haré, jamás te dejaría sola con esos idiotas- Sanzu y yo nos unimos en un beso pero fuimos interrumpidos por el sonido del menor de los Haitani aproximándose a nosotros. Rindou se miraba realmente cansado pero aún así me sonrió cómo siempre lo hacía, pego sus labios a los míos antes de que Sanzu ó yo pudiéramos hacer algo.

-¿Quién besa mejor?- me preguntó con una sonrisa burlona apenas soltó mi boca.

-En definitiva Koko- la sonrisa de Rin desapareció por completo - No me hagan compararlos si no les vas a gustar la respuesta.

-solo te lo perdono porque eres tú.

Sanzu volvió a sostener mi mano derecha mientras que Rindou me puso la mano en la cintura y los tres bajamos hasta la comida. Koko estaba sentado en la silla dando la espalda a la entrada a la concina, me solté de Akashi y Haitani para abrazar por la espalda a Hajime.

-¿estas bien Koko?.

-No tienes de que preocuparte Nao, nada me va a pasar- me dio un pequeño pico -Siéntate necesitas comer.