⚠️Contenido explícito⚠️
+18 o posiblemente +21
Satō Naoko es una forense reconocida y muy exitosa en su carrera pero también mantiene una relación con beneficios con su amigo de la preparatoria Hajime Kokonoi, Naoko sabe muy bien en la clase de nego...
El mayor de los Haitani fue al departamento a visitar a su novia dado que no la había visto en casi un mes pero al salir del elevador y caminar un par de metros escuchó jadeos y sonidos muy explícitos de ella teniendo sexo.
No fue algo extraño teniendo en cuenta que no solo él es su novio si no que también tiene otros cinco más por lo qué tal vez alguno de ellos se le adelantó.
Cuando los sonidos se hicieron más fuertes Ran pudo ver a su compañero, Takeomi, dándole placer a su linda novia contra uno de los ventanales.
Naoko y él ya habían pasado los límites donde Ran se ponía celoso de que ella estuviera con alguien más porque sabe que no es mujer de un solo hombre.
No pudo evitar excitarse al escucharla gemir y decirle obcenidades a su nuevo compañero de cama.
Solo se limitó a pararse detrás de ellos observando el espectáculo y deseando poder participar, además también fantaseó con que Sanzu los viera solo para molestarlo y enseñarle una lección de que no era el único que sabía complacer a Naoko.
-Carajo- la voz de Naoko se escuchaba jadeante -Que bien lo haces, Omi.
El sonido de sus cuerpos se hizo más intenso hasta el punto de que era lo único en lo que Ran podía poner atención.
Cuando escuchó gemir demasiado escandaloso a Naoko supo que ella ya había llegado a su orgasmo por lo que se podía preparar para recibirlos a los dos apenas recobrará el aliento.
-¡Ejem!- Ran se aclaró la garganta para llamar la atención -Más te vale que la hayas hecho disfrutar Takeomi.
Caminó a su lado para lograr ver la cara enrojecida de Naoko.
-¿Estás satisfecha Nao?- Él esperaba que no porque realmente quería estar con su mujer.
-Puedo soportar un rato más- Esas palabras fueron suficientes para que Ran comenzará a quitarse su propia ropa.
-Te enseñaremos de que están hechos los hermanos mayores
-Omi ¿no te importaría hacer un trío?- Naoko uso ese tono de voz que le salía cuando quería convencer a alguien de unirse a ella entre las sábanas o cualquier lugar que les permitiera tener sexo.
-Dudo que lo soportes mujer.
-Takeomi, Naoko puede con lo que sea- dijo Ran orgulloso de las capacidades sexuales de su novia.
-Omi, me encanta estar así...- dijo refiriéndose a tenerlo dentro de ella -pero necesito que salgas.
Takeomi salió cuidadosamente de ella no sin antes darle una nalgada marcando su mano en su piel y ganándose un idiota por parte de Naoko.
Naoko fue hasta el sillón tomando de las manos de ambos hombres, ella se sentó en él mientras que los otros dos lo observaban desde las alturas.
Abrió sus piernas lo suficiente para que vieran toda su intimidad húmeda y palpitante.
-¿Quieren que me toque?- dijo en un tono coqueto y pasando su dedo anular por sus pliegues tratando de provocar a los hombres frente a ella -¿ó prefieren que me hinque y los meta en mi boca?
-No preciosa- Ran se puso en cuclillas para quedar a la altura de Naoko -Que clase de novio sería si dejo que mi mujer se toque pudiendo hacerlo yo mismo.
Ran se acercó a uno de los senos y comenzó a estimularlo con su boca, Takeomi imitó su gesto y al igual que Ran mordía y lamia dejándole enrojecida la piel.
Cómo si estuvieran sincronizados ambos llevaron sus manos hasta su intimidad y metieron sus dedos en ella, mientras uno estimulaba su punto nervioso el otro metía y sacaba sus dedos disfrutando la sensación de ser apretados por sus paredes vaginales.
Para Naoko todo lo que le estaban haciendo sentir era un sueño que no quería que acabara, también quería hacerlos sentir el mismo placer que ella pero por el momento estaba muy ocupada gritando sus nombres para que siguieran tocándola.
Los hombre no pararon de tocarla hasta que sintieron sus dedos ser mojados por los jugos de la mujer. Pero por el momento Ran estaba en un debate mental entre darle lo mas duro que pudiera o verla follar a otro hombre.
Una de las fantasias sexuales del mayor de los Haitani, aparte de ahorcar cosa que ya habían hecho, era verla tener sexo con otro hombre, hoy se daría el gusto de cumplir esa fantasía.
-Takeomi.
-¿mmhm?- contestó Takeomi pero sin dejar de comerse con la mirada a la mujer que lo seducía con los ojos.
-¿No te gustaría probar el coño de Naoko?
En cualquier otro caso ó con cualquier otro hombre ese comentario hubiera hecho enfurecer a Naoko pero cómo se trataba de Ran y Takeomi lo dejaría pasar, después de todo son hombres que hacen que el resto de los sujetos bajen la mirada al pasar al lado de ellos.
-Por favor, Omi... quiero ser llenada por ti.
Naoko se puso a horcajadas sobre las piernas de Takeomi introduciendo su miembro de apoco y parando cuando su cuerpo ya no le permitía ir más adentro. Colocó sus manos sobre los hombros de él para darse apoyo y Takeomi la tomó por las caderas para ayudarla a mantener el equilibrio. Sus movimientos eran rítmicos y en lo único que podía poner atención era en los pechos que rebotaban frente a los ojos de Akashi y cómo ella llevaba su cabeza para atrás debido al placer que la azotaba sin darle tiempo de recuperarse, de vez en cuando se unían en un fogoso beso pero no duraban demasiado porque a Naoko le encantaba gritar y gemir para que la persona con la que estaba se enterara que lo estaba disfrutando. Lo único que no le gusto a Ran es que Takeomi no se haya puesto el condón, Naoko siempre los obligaba pero al parecer hoy se le olvidó.
Ran no paraba de masturbarse pero cuando su mano ya no le era suficiente se puso de pie acercando su miembro a la delicada boca de Naoko que no tardo mucho en abrir para darle placer con sus labios.
Los tres estaban perdidos en su propio placer y en lo único que podían pensar era alcanzar el orgasmo al mismo tiempo. No pasó mucho cuando eso sucedió y Naoko terminó llena del semen de ambos.
-Omi, me encantas- Para Takeomi esa frase fue suficiente para excitarlo de nuevo combinado con el desastre sexual que parecía Naoko.
Verla con el cabello desordenado, su cuerpo perlado por el sudor, sus mejillas enrojecidas debido al esfuerzo físico era un poema para ambos ejecutivos.
Sería una noche larga en especial para la mujer que estaba dispuesta a complacer a los dos hombres frente a ella. ______________________ Ya esta arriba la segunda parte del fic.
Se llama Same Old Love.
Nos vemos por allá.
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