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Capitulo 13: Haitani

Caminé hasta el gran jardín de la finca, necesita aire fresco y un poco de tranquilidad no pensaba disculparme con ella.

Cuando sentí la brisa nocturna en mi rostro me detuve y cerré mis ojos por un momento.

-Naoko ¿Estás bien?- Ran se escuchaba preocupado por mi.

-Si, solo no esperaba verla- todo mi autocontrol lo había perdido en cuestión de segundos, una parte era por no molestarse en saber qué había sido de nosotras y la otra porque hizo su familia olvidándose de la que ya tenía.

-¿De dónde la conoces?- Rindou acariciaba la parte desnuda de la piel de mi espalda.

-Es la madre de Nyoko.

-Oye siento mucho lo de tu hermana, no tenía idea.

-Descuida Rindou ya lo supere.

-¿Quieres irte?- Ran estaba de pie frente a mi, la luz de la luna hacía que su cabello en tonos violeta de viera lindo.

-Si... creo que es lo mejor.

Los tres nos fuimos a la entrada de la finca a esperar a que el valetparking nos trajera el auto de Rindou.

Todo el camino fuimos callados pero conforme seguíamos avanzando me di cuenta que no íbamos a mi casa.

-¿A dónde me llevas Rindou?- me sentía muy cansada cómo para pelear por algo así.

-No me siento cómodo con la idea de dejarte sola, dormirás en nuestra casa... prepararé el cuarto de visitas.

-Esta bien- recargué mi cabeza en el cristal de la ventila del copiloto.

Llegamos al edificio donde vivían y tomamos el ascensor hasta el penthouse, nadie decía nada, ambos estaban dándome mi espacio.

Cuando las puertas se abrieron pude ver el hermoso lugar donde vivían, todo era muy lujoso y moderno, lo mejor de todo el lugar era la vista que tenían desde el gran ventanal del recibidor.

-Iré a cambiarme, no tardo- Rindou de perdió por las escaleras.

Estaba viendo por la ventana del departamento de los Haitani cuando Ran se acercó por mi espalda y me abrazó susurrando a mi oído.

-¿Qué quieres para hoy Naoko?- podía sentir su respiración en mi cuello.

-Te quiero a ti Haitani- Ran bajó el zíper de mi vestido haciendo que este se deslizara por mi cuerpo cayendo a mis pies.

Me giró y ahora estábamos frente a frente, puso su mano en mi espalda baja y me acercó aún más a él.

-¿Por qué tienes ese efecto sobre nosotros?

Sabía muy bien a qué se refería, yo me sentía igual, embriagada y muy necesitada de todos ellos, todo sería más fácil si pudiera elegir uno de entre todos.

Ran pegó sus labios a los míos y el beso era lento y delicado, mi lengua buscaba la suya en un intento de subir la tonalidad del beso.

-Regreso más tarde- Rindou había vuelto con nosotros y se miraba irritado.

-Ve con mi hermanito- Ran me dio un leve empujón para que me acercara al pequeño Haitani.

-Rindou por favor ven conmigo- No quería que se sintiera desplazado de ningún modo.

-Se lo que sientes por mi hermano- sus ojos violeta tenían una mirada penetrante -Me jode no ser él.

-¿Quién dijo que no sentía lo mismo por ti?- Con cada día que pasaba me sentía aún más atraída hacia Rin, de la misma manera que me sentía con Sanzu, Koko y Ran.