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Capitulo 16: Confesión

Recibí un mensaje de Rindou diciéndome que me quería ver en el centro comercial apenas terminara mis clases.

Hoy tenía ganas de viajar en autobús, tardaría el doble de tiempo en llegar pero le envié un mensaje a Rin diciéndole que me retrasaría y él me contestó con un aquí te espero.

Salí de las instalaciones de la escuela y crucé el estacionamiento para llegar a la parada del autobús.

Ya casi pasaba el estacionamiento cuando escuché como me llamaban.

-Señorita Satō- Odiaba a Akemi con toda mi alma, me irritaba y molestaba además se escudaba en su imagen de hombre guapo y educado para abusar de las mujeres. Me sentía asqueada cada vez que lo miraba.

-¿Qué se le ofrece?- No me molesté en sonar educada.

-Parece que lleva prisa.

-La verdad es que si, me esperan.

-Es una lástima, yo quería invitarla a tomar un café- tenía la puerta trasera de su auto abierta, no me daba buena espina así que me alejé unos pasos para prevenir cualquier acción inapropiada que él pudiera tener conmigo.

-Los estudiantes y profesores no se deben relacionar.

-Pero ya somos adultos, podemos saltarnos esa regla.

-Mire no se cómo se lo tengo que decir pero no pienso salir con usted, así que mejor manténgase alejado si valora su vida.

-¿Me esta amenazando?- dio un paso hacia mi pero yo no retrocedí ninguno.

-¿Me esta acosando?- Abrió su boca pero antes de que pudiera decir algo más pero un grupo de estudiantes pasó por un lado de nosotros y yo me fui con ellos para no tener que soportar al irritante Akemi, por suerte estaba a unas semanas de graduarme y no podría reprobarme porque tengo un historial impecable en esta universidad.

Lo que se suponía debía ser un paseo relajante se convirtió en malestar y ahora estaba muy irritada.

Llegué al centro comercial y fui al área de comida donde Rindou me dijo que estaría, no me fue difícil localizarlo. Un hombre con su porte resaltaba mucho y más por las miradas de envidia de los otros hombres y las coquetas mujeres que caminaban a su alrededor para llamar su atención.

-¿Qué querías Rindou?- Nunca mencionó el porque quería citarme aquí.

-Solo te quiero traer de compras- Dijo como si fuera lo más obvio.

-¿Por qué?- Siempre hay dobles intenciones en las acciones de las personas y era mejor que Rin me las dijera.

-¿Acaso no puedo traer a mi pequeña muñeca a comprarle cosas?

-Puedo pagar mis propias cosas.

-Nao, intentó hacer algo lindo por ti, porque quiero y porque puedo, déjame hacerlo.

¿Por qué es tan lindo y atento? No lo merezco.

-Perdon Rindou... es que no estoy acostumbrada a depender de nadie.

-Lo sé, por eso me gustas Naoko - agarró mi mano con la suya y comenzamos a caminar hacia donde están las tiendas para ropa de mujer -¿Qué capricho tienes?

-Dejaré que tú escojas, no soy buena viniendo de compras.

No dijo nada más y comenzamos a entrar a distintas tiendas que Rindou conocía muy bien, supongo que había traído a diferentes exnovias de compras también, el sabía como mover a los empleados haciendo que nos enseñaran los artículos más exclusivos y el pasado su tarjeta por cada tienda a la que entrabamos. De vez en cuando regresamos al auto a dejar las bolsas y seguir comprando.