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Capitulo 28: Rompimiento

-Te voy a castigar por tu travesura.

-Estoy ansiosa por que lo hagas.

Sexo por reconciliación, mi favorito.

-Sanzu vamos... déjame probar- señalé a la cocaína que esta sobre la cómoda. Las pocas veces que me llegué a drogar con Sanzu siempre era con drogas ligeras porque él no quería que hiciera algo peligroso.

-¿Estas segura?- se miraba algo dudoso.

-Completamente- nos movimos hasta el mueble y Sanzu me pasó un billete doblado de manera en que funcionara cómo popote, me agaché e inhalé la línea más pequeña, me ardió hasta el cerebro.

-¿Cuánto tiempo tardara en hacerme efecto?

-En varios minutos... mientras déjame disfrutar de tu cuerpo.

-No, quiero tener sexo estando drogada.

Se suponía que íbamos a tener sexo pero en su lugar estábamos riendo en su cama sobre cualquier tontería que alguno decía sin contar que yo miraba todo con extraños colores. Era divertido pero a su vez algo cansado estar viendo todo de forma tan intensa, no entiendo cómo es que Sanzu puede querer sentirse así todo el tiempo.

La puerta de la habitación se abrió y un muy adormilado Mikey era quien estaba a punto de interrumpir nuestro viaje.

-Son tan ruidosos, déjenme dormir.

-Mikey... cariño ven con nosotros...- su cabello blanco destellaba hermosas tonalidades -Sanzu quiero un trio ¿puedo?

-¿y por qué mejor no un cuarteto?, a Kakucho no le importara unirse a nosotros- la repentina propuesta de Sanzu hizo que se me bajara lo drogada de golpe, era la primera vez y probablemente la última que él proponía que agregáramos más integrantes a nuestra cama.

No me tuvo que decir dos veces, me paré de la cama y fui a buscar a Kaku, claro que él no sabía a que lo llevaba al cuarto de Akashi.

-¿Qué traman ustedes tres?- Voy a tener sexo con los tres miembros más poderosos de Bonten, al mismo tiempo, bien por mi.

-Vamos a hacer un pequeño juego, Kaku- a ninguno le diría lo que iba a hacer, agarré la corbata de Sanzu y me acerqué a él y a Mikey, tomé la mano derecha de Manjiro y la izquierda de Haruchiyo para atarlas y con la tela sobrante los até a la perilla de la puerta para que no se pudieran mover.

Me hinqué frente a Kakucho y comencé a bajarle sus pantalones de la pijama junto a su ropa interior.

-Carajo Satō ¿Qué tipo de juego es este?- se escuchaba realmente desesperado.

-Es obvio Sanzu, nos va a obligar a verla a tener sexo y no nos dejara participar- Hasta que Mikey usa ese cerebro.

Kakucho me sonrió de forma lasciva.

-Más te vale hacerlo bien Naoko.

Agarré su pene con mi mano derecha y comencé a masajearlo para provocar una erección, con cada movimiento podía ver que la masculinadad de Sanzu crecía debajo de su toalla de baño al igual que la de Mikey.

Dejé de atender a Kakucho y me puse frente a ellos dos tomándolos de la entrepierna y frotándolos un poco solo para provocarlos.

-Hoy no podre ayudarlos, tal vez otro día.

Volví con Kakucho y me puse de rodillas por segunda vez, le pase mi lengua por todo su miembro mientras miraba a los ojos a Sanzu y a Mikey, podía ver cómo forcejeaban por liberarse pero los había atado muy bien.