Capitulo 22: Buena puntería

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(Música de acompañamiento)

Al siguiente día volvimos a casa casi siendo las 11 de la mañana; pues nos distrajimos en aquel festival comprando baratijas, degustando un montón de comida y entrando en algunos juegos mecánicos, no obstante cuando el festival estaba cerrando nos dimos cuenta de que eran casi las dos de la mañana, por lo que no se nos ocurrió una mejor idea que subirnos todos a la camioneta de Brandon y avanzar un poco mas por el camino, dirigiéndonos asía el inactivo volcán, donde nos paramos en un mirador, rodeado por matorrales y cactos enormes, lugar donde decidimos quedarnos a dormir, mientras observábamos las estrellas desde la caja de la camioneta.

El resto de aquella semana siguió en una relativa paz, siendo que todo transcurría con una enorme tranquilidad, Anlle y Alejandro comenzaron a ir a la escuela preparatoria, tuvimos que sacar un montón de papeleos con ayuda de Armando y Ricardo y l...

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El resto de aquella semana siguió en una relativa paz, siendo que todo transcurría con una enorme tranquilidad, Anlle y Alejandro comenzaron a ir a la escuela preparatoria, tuvimos que sacar un montón de papeleos con ayuda de Armando y Ricardo y luego que pasaran un par de exámenes que los acreditaban con conocimientos de nivel secundaria ambos fueron aceptados en una escuela publica no muy lejos de la guarida de Armando, Sofí y yo firmamos como los tutores de ambos, fue un proceso algo complicado, pero por suerte gracias a Ricardo logramos saltarnos algunos lapsos de tiempo, me sentía feliz de ver a esos dos disfrutando de su juventud con otros chicos, cuando los llevábamos a la escuela con ayuda de Brandon la mayoria de los padres de familia y adolescentes en el lugar me veían con extrañeza, aun a pesar de que trajera el "disfraz" con las vendas, de todas maneras me seguían inquiriendo con sus miradas, no obstante aquello me importaba poco, el solo placer de poder observar a Anlle y a Alejandro felices me alejaba de toda emoción negativa, de vez en cuando Sofí y yo nos quedábamos por el campus de la escuela, viendo a la gente, los edificios y pasando el rato juntos, en casa nos dedicábamos a cuidar de los niños y a enseñarles cosas básicas, deletreo, escribir y matemáticas, nada mas allá de un par de sumas y restas, entre eso también buscamos aprender lenguaje de señas y enseñárselo a Ximena, pues a pesar de todo debido a su falta de cuerdas vocales, la mejor forma de comunicarse para ella seria con lenguaje de señas y quizá escribiendo en una libreta o algo, por suerte nuestra niña era una incansable luchadora, quien logró un impresionante aprendizaje en menos de dos semanas, logrando al menos una comunicación básica por señas y por escrito, cosa que me llenaba de orgullo, pues no solo ella, sino que todos los niños aprendían rápido, eran como esponjas, al ver tal progreso no se me ocurrió otra cosa mas que el inscribirlos a todos a la escuela, para que también pudiesen formarse de la mejor manera posible, cosa que hicimos tan pronto como pudimos, logrando que entraran a una escuela pública de buen renombre, el primer día fue el mas duro, pues ninguno queria separarse de nosotros, no obstante, no se como, pero Sofí los logró persuadir para que dejaran de llorar y que entraran con calma a su escuela, aquel primer día tuvimos que entrar al salón de Ximena, el cual era de sexto grado, pues por su situación debíamos explicarles a los niños de la mejor manera que pudiésemos:

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