Capitulo 8 El gato se acerca al ratón

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(Música de ambiente)

Todo estaba completamente tranquilo, demasiado tranquilo, pues apenas eran perceptibles las respiraciones de mis amigos en la completa calma dentro de la habitación, me sentía bastante feliz y nostálgico luego de lo de hace rato, aunque a la vez un tanto aburrido, pues después de todo aun seguía siendo incapaz de dormir por lo que mi único entretenimiento era hacer algún juego de patrones con las manos o contar el tiempo en mi mente, incluso encontré una moneda en mi bolsillo y me dedique a arrojarla para ver si lograba predecir si iba a caer cara o cruz, cuando me termine hartando de eso decidí ir al baño y ver de forma detallada cual era el estado de mi cuerpo luego de todo lo que hasta ahora había pasado, por suerte junto al lavabo había un espejo bastante grande, por lo que no hubo problema alguno para ver como estaba yo, tenia una gran cantidad de costuras en el torso y la pierna derecha, además de que gran parte de mi piel en esas zonas estaba bastante enrojecida, en el brazo tenia cortes profundos, apenas cubiertos con algo de vendaje, lo raro en todo esto  era que a pesar de tocar directamente las heridas era incapaz de sentir dolor o al menos no uno muy intenso, apenas y era un leve ardor lo que sentía al tocar las heridas, "allí va otra capacidad de sentir" jeje y otra cosa que me hacia humano sinceramente me estuve debatiendo seriamente el sentirme triste o indiferente ante ese asunto , la otra cosa era mi cara que solo con el tacto podía percibir las cicatrices en ella, al verme en el espejo pude ver que mi mejilla derecha estaba completamente volada en pedazos, dejando ver mis encías y mis dientes, tenia otros tantos cortes, aunque el mas llamativo estaba en mi ojo izquierdo, pues este llegaba por mi frente, atravesando el ojo, bajando por mi mejilla y finalmente se conectaba a otra herida en mi barbilla, asía mucho que no podía ver mis ojos, siempre he tenido mucha curiosidad por mis ojos, el color de mis pupilas es de un rojo escarlata, un tanto opaco, muy distinto al color café de los de papá o al verde de los de mamá, desde pequeño la gente me veía ya sea con rareza o con asombro por aquella extrañeza en mi cara, según el doctor era el primer y único niño no albino en la historia que nacía con ese color de ojos, cosa que lo hacia aun mas impresionante, pues de por si son contados los casos en los que los albinos nacen con esa condición y aun mas raro es que tengan pocos o ningún problema de la vista al tenerlos, algunos lo consideraron un signo de fortuna, otros un mal augurio, siéndote plenamente sincero, no me importaban mis ojos, al menos no hasta ese momento, pues me parecía irónico que el color de mis ojos seria el que marcara mi destino, como uno repleto por aquel color, pero bueno, me voy yendo por las ramas, lo mas extraño entre todo aquello era que al ver algunas venas en mi cuerpo, vi que estas tenían un tono un tanto mas oscuro, aunque no tanto como las de Anlle hacia un rato, llegue a la conclusión de que ese ultimo cambio era a causa del simbionte, pero no sabia exactamente por que, aunque tampoco me causaba demasiadas molestias por lo que salí del baño, de todas maneras quería intentar responder mi duda así que solté una pregunta al aire:

-¿Por que esta pasando esto?

En ese preciso instante comencé a sentir un ligero dolor en el cuello y vi ya alterado como mis venas en la parte del cuello y el torso se comenzaron a oscurecer aun mas, lo que comenzaba a arder como si me echaran vinagre en una herida, me dirigí lo mas rápido posible de vuelta al baño y vi en el espejo como una herida algo grande se abría en mi cuello y de allí salía el simbionte, poco a poco esa masa negra que sobresalía de mi piel se comenzó a estirar y alargar, para después volverse algo parecido a una cabeza humanoide, con una enorme mandíbula, con dientes afilados como los de tiburón, "ojos" blancos alargados, líneas rojas delgadas y grandes lineas verdes recorriéndolo. El ardor aumentaba con cada segundo que el simbionte salía hasta que por fin se detuvo y luego de sonreír de forma un tanto grotesca por su enorme boca hablo:

La cruzada de CrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora