Capitulo 11.1: El gato ataca al ratón

51 6 5
                                    


(Música de ambientación)

En una habitación en la que no hay ninguna luz varios metros por debajo de la tierra, repleta de polvo y cajas de comida enlatada, hay un hombre de piel clara, cabello y ojos cafés algo viejo que yacía en una silla amordazado, el alguna vez temido y respetado líder de operaciones de la división del sur de Russkaya sila ahora lucia con el cuerpo repleto de moretones, quemaduras y cortadas aun cubiertas con una fin capa de sangre reseca, su ropa estaba hecha añicos y sus brazos y piernas estaban encadenados a la silla con marcas rojizas en ellos, denotando los fracasados intentos por escapar del hombre, el interrogatorio y la tortura física de las dos noches anteriores había sido infructífero en su totalidad, nada de lo que se hizo pudo lograr que el hombre escupiese una sola palabra sobre donde se ocultaban los de Russkaya: golpes, patadas, cortes, quemaduras, pequeñas cantidades de acido directamente sobre su piel y electrocución, ese hombre era tan obstinado que ningún tipo de maltrato físico hizo algún efecto en el, incluso no lo alimentaron en los dos días que estuvo encadenado, su rostro se ve sucio y su piel reseca y maltratada, lo irónico es que aun así su expresión se mantiene fría y sin una pisca de emoción, como esperando sin temor su muerte o a que nosotros nos rindamos. Hernández nos pidió a los tres que lo acompañáramos a la sala de interrogatorios donde estaba ese tipo, al entrar encendimos la luz y pudimos ver al hombre, el cual nos ignoro por completo casi como si no existiéramos o no pudiera siquiera percatarse de que estábamos allí al estar imbuido dentro de su propia mente:

Hernández: Muy bien Ramiro ¿Aun no piensas decir nada? (El hombre apenas y volteo la mirada hacia el pero volvió a fijar su visión al suelo) -Justo como lo pensé.... bien Crew dale algo de castigo haber si así nos dice algo esta perra.

Crew: Oye... no creo que eso sea una buena idea, solo mira a este hombre es obvio que ya soporto tanto castigo que ya ni siquiera creo que le importe en lo mas mínimo cualquier daño físico, deberíamos cambiar de táctica (El se puso la mano en la barbilla y lo medito por unos segundos)

Hernández: Tienes razón, precisamente por eso fue que traje a tu amiga también, (Miro a la cara a Sofí) -Bien se supone que tienes poderes psíquicos según lo que me conto Alfredo, ya sabes telequinesis y telepatía y eso.... ¿Crees que le podrías sacar información o algo?

Sofí: Bien lo intentare, no creo que sea muy complicado (Sofí cerro sus ojos y apunto su brazo hacia la cabeza del tipo, el hombre comenzó a retorcerse mientras balbuceaba palabras sin sentido, mi amiga también comenzaba a temblar y a hacer caras que mostraban su frustración, no obstante luego de unos segundos Sofi acabo abriendo de nuevo los ojos, ya tan desorientada que acabo perdiendo el equilibrio hasta casi caer al suelo, sin embargo yo y el bromista logramos agarrarla a tiempo) -Ese tipo se niega a hablar, esta tan aferrado a no hacerlo que me fue imposible leer sus memorias.

Hernández: ¿Entonces no quieres hablar? (El hombre mantuvo su rostro inexpresivo y tan solo movió la cabeza de lado a lado en señal de negación lo que hizo que ha Hernández le hirviese la sangre y lo agarrara por el cuello) -¡Dímelo ya maldito hijo de la chingada! no tengo tiempo para esto así que ahora dímelo (El hombre mostro un ligero ápice de sonrisa en su rostro y finalmente se animo a hablar con una voz que denotaba lo mucho que le dolía hablar al tener la garganta tan seca)

Ramiro: No te diré nada.... n-no me putas importa lo que hagas, no diré absolutamente nada (Hernández frunció aun mas el seño y con fuerza agarro al hombre de los cabellos para después comenzar a jalar hacia arriba hasta que la propia silla se comenzó a levantar junto a el propio hombre que comenzó a emitir cortos gemidos ahogados de dolor)

La cruzada de CrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora