capítulo 2 Muerte en El orfanato

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(Música del capitulo)

Después de que murieron mis padres al no quedarme ningún otro familiar en el país, las autoridades me dejaron en  un orfanato a las afueras de la cuidad de México, para ser mas exactos cerca a la delegación de Xochimilco al sur de la ciudad , desde entonces yo me sentía muy solo, hasta había puntos en los que llegue a tener la sensación de estar vacío por dentro, no tenía casi nada de mi antigua vida y las amistades que forme con los años se vieron cortadas de golpe, además mi mente era un revoltijo de emociones y sentimientos muy extraños para mi hasta ese entonces ira, enojo, frustración, miedo, furia, terror, melancolía todas juntas en mi inestable mente, a veces sentía como si mi cabeza fuese explotar, la locura se empezaba a apoderar de mí mente sin que pudiese evitarlo, no lo sé era algo muy raro, ni siquiera yo mismo lo entiendo ahora que te estoy contando esto. Aunque al menos durante todo ese tiempo que estuve en el orfanato pude ser feliz por un par de razones: por lo menos en el orfanato tenía paz y tranquilidad, así al menos podía reflexionar y no tenía que exponer mi cabeza a tantas cosas desagradables, además tenía dos buenos amigos, eran un par de chicos muy buenos, aunque eran algo alocados, a veces eran divertidos y agradables, otras tantas me parecían incluso algo irritantes, sin embargo te puedo jurara aun hoy que eran amigos fieles, uno de ellos era Jorge el más grande del orfanato con 16 años cuando llegue, de piel clara, cabello y ojos color café algo oscuro, sus padres lo abandonaron al nacer básicamente porque no tenían el dinero suficiente para mantenerlo y nunca volvieron por él; aunque bueno nuestros padres reales jamás volverían por nosotros sí nos dejaban aquí, el otro era Luis Fernando un niño algo rechoncho, de 12 años, con piel morena y cabello negro, aunque sus ojos eran de un color muy raro, un azul oscuro bastante lindo, el por desgracia contaba con una enfermedad mental que lo hacia olvidar cosas al parecer Alzheimer o algo parecido, realmente nunca lo entendí bien, si bien por el hecho de que no me llevo muy bien con la medicina o porque de hecho alguna vez llegue a escuchar a alguna de las encargadas que dicha enfermedad fue por un traumatismo cerebral por los abusos de una familia conflictiva, pero bueno me voy por las ramas, ¿En que me quede? a claro, ese chico se olvidaba de muchas cosas, no obstante siempre recordaba nuestros nombres y ciertas cosas que vivió con nosotros, lo cual me parecía tierno hasta tierno punto, siempre desde el primer día en que los conocí nos hicimos grandes amigos, pues los tres coincidíamos en que el lugar era aburrido y necesitaba algo de "movimiento", así que le hacíamos travesuras a las personas que estaban encargadas de el orfanato, le hacíamos bromas a los otros niños, nos decíamos nuestros sueños, dormíamos juntos, jugábamos juntos, nos decíamos nuestros gustos y disgustos, robábamos ropa interior de las chicas y la cambiábamos por unas buenas dosis de diabetes caramelizada, y ya sabes cosas típicas que se dicen las personas que se quieren, incluso un día mi amigo grande me dijo quien le gustaba "Se llamaba Diana pero no le digas que te dije.... si lo se mal chiste" , mi vida por lo menos aunque no era perfecta era feliz, sin embargo los problemas volvieron a tocar a mi puerta un mal día en el que mi amigo hizo enfadar demasiado a una de las personas encargadas del orfanato, y esta le dio un fuerte golpe en la cabeza, él empezó a llorar del dolor, su sonoro llanto era la atención de todos incluyéndome y la sangre que brotaba por su  frente y resbalaba por su cara horrorizo a los mas sensibles, en ese preciso momento muchas cosas llegaron a mi mente, demasiados pensamientos extraños, voces susurrantes y calmadas, voces que berreaban con fuerza y odio e imágenes grotescas, mi cabeza se llenó de enojo y una extraña rabia se apoderó de mí en ese momento, aunque una parte de mi quería solo seguir en su asiento mientras los encargados ayudaban a mi amigo, la otra me obligaba a ir a por la persona que golpeo a mi amigo y me hacia querer dañarla, sin embargo aunque me intente resistir esa ira me superó, entonces me abalancé como un animal salvaje a la encargada y le hice un enorme corte con tan sólo mis uñas en el brazo, dejando una enorme marca de la que empezaba a brotar aquel liquido carmesí, la persona empezó a gritar agonizante por el dolor, eso por alguna razón me causaba cierta satisfacción y una ligera sonrisa se dibujo en mi rostro. Quizás mi mente lo interpretaba como si estuviese atacando el asesino que mató a mis padres y así se sentía satisfactorio, pues a través de mis iracundos ojos la silueta de aquella persona rebosaba de negrura como el asesino, me acerque de nuevo a la encargada e intenté atacarla más, la locura había invadido mi cabeza y por un momento deje de pensar en nada mas que matar, pero los otros encargados me sostuvieron, tuvieron que ser 4 personas al mismo tiempo para conseguir controlarme pues mi irá me hacía más fuerte, sin embargo después de eso me di cuenta de las caras de horror con las que mis compañeros me veían, como si fuese un monstruo, como si estuviesen viendo un demonio enfrente de ellos, como si ya ni siquiera fuera yo que fuese la peor persona del mundo frente a ellos y fue horrible.... en verdad horrible ver sus caras contraídas hacia abajo, incluso podía percibir la tensión en sus rostros y el sudor bajar por sus frentes, hasta mis dos amigos me veían de esa manera, se sintió terriblemente mal, una espantosa experiencia, mi mente estaba revuelta la ira, el enojo, la tristeza y la melancolía todo junto se había mezclado en mi cabeza para volverme prácticamente loco por momentos, en ese instante trate de forcejear, retorciéndome como un gusano y empecé a gritar como un loco pero sentí un pinchazo en el cuello y luego de unos minutos con los encargados agarrándome me desmaye.
Después de eso me llevaron al psicólogo, luego de unas 5 sesiones aproximadamente o algo así, pues la verdad eso pasó hace tanto que ya ni siquiera lo recuerdo con claridad, bueno lo importante es que me diagnóstico con una especie de trastorno mental que según el gracias a mis experiencias traumáticas yo sufría, ese trastorno mental lo que hacía era que en los casos mas graves destruía la mente de las personas hasta volverlas locas al revivir cierta experiencia traumática, la mía era es aun hoy todas las muertes de la gente que me importa, el psicólogo me explico que cuando vi la sangre saliendo de mi amigo y cuando vi como la persona lo golpeaba, en ese momento se revivió ese miedo y ese enojo, que todo se repitió en ese instante y mi mente perdió completamente el rumbo.

La cruzada de CrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora