Yoongi no deja que Jimin se quede.
No sabe cómo lo logra, no sabe cuántos besos tuvo que dar y cuántas palabras vacías de verdad tuvo que soltar para que Jimin aceptara irse de ahí, con la cabeza gacha y un nudo palpitante en la garganta.
Solo sabe y recuerda la gabardina gris desvanecerse, el tacón de las botas cafés chocar contra la acera, y el olor a canela y cigarro desaparecer junto con el viento de primavera que lleva montones de polen.
Solo sabe que una parte de su vida se va, se va tan rápido como llegó, se va llevándose parte de su alma y su esencia.
O tal vez solo está emigrando, así como la mariposa monarca que necesita alejarse por un tiempo para evolucionar y ser más fuerte para cuando tenga que regresar a su verdadero hogar.
• • •
—Jimin me llamó esta tarde, sonaba perturbado. ¿Ya has hablado con él?
—Sí, fue a buscarme al hospital.
—¿Cómo está Jurin?
—Bien, fue una falsa alarma —responde Yoongi y suelta un suspiro—. Los doctores la quieren tener otra semana bajo observación, no han hablado mucho conmigo, mayor parte de la información se la pasan a su madre.
—¿Por qué? Tú eres su esposo.
—No lo sé, Hoseok. Sus padres siempre han sido de esa manera; Jurin es su única hija, la tienen demasiado sobreprotegida.
No quiere sonar fastidiado, realmente no quiere sentirse de esta manera, pero el tiempo se agota junto con su paciencia.
Las horas corren más rápido de lo que hicieron ayer y Jimin se le escapa de entre los dedos. Últimamente vive los momentos con él de manera incompleta, lo siente como las olas del mar: cercano a él solo por momentos efímeros. Y él no quiere a Jimin para momentos efímeros, lo quiere para siempre, lo quiere para toda la vida.
Pero tiene tanto miedo.
—Estás pensando en él —comenta Hoseok sonriendo con diversión para después negar con la cabeza—. Puedo cubrirte por unas horas. Si es que el padre de Jurin pone un pie aquí, tengo una coartada.
—No te pondré en riesgo —Yoongi responde tomando el vaso de whisky—. Me tengo que divorciar.
—Vaya, que si no lo dices nunca me hubiera dado cuenta —Hoseok se ríe y bebe su whisky de un solo trago, hace una mueca de disconformidad y busca algo dentro de su saco gris—. Hazlo, porque por primera vez reconoces la diferencia entre querer hacer o tener que hacer.
—No quiero hacerlo, nunca querré hacerlo. La amo, o al menos amo la idea que tengo de ella o tal vez amo los recuerdos. Pero hemos dejado de ser, ahora solo fuimos. La veo todos los días y me siento en casa porque me conoce y yo la conozco, pero, ahora no lo sé… —acepta el cigarro ya prendido que su amigo le da y levanta la cabeza hacia atrás para mirar al techo— Tengo miedo de perder a lo que estoy acostumbrado.
Hoseok da una calada pesada a su cigarro y levanta cabeza hacia atrás para observar junto con su amigo el techo.
Crece un silencio que solo es quebrado por el siseo del tabaco que lentamente se va incendiando.
—Yo no quiero dañar a nadie pero es lo único que termino haciendo —Yoongi sonríe levantando el vaso de whisky a la altura de sus labios—. Yo quiero que los dos sean felices, tanto Jimin como Jurin, y con mis acciones no parece como si lo quisiera —da un respiro y cierra sus ojos con deleite ante el olor de la bebida alcohólica—. Pude haber sido un mejor esposo, pude haber sido menos egoísta...
—Hiciste lo que pudiste, eran felices juntos, yo lo recuerdo. Ella te orilló a buscar consuelo en otro lado y lo sabes, Yoongi.
—No la puedo culpar. No es su culpa.
Hoseok guarda silencio, alentando a Yoongi a que siga hablando.
—No es culpa de Jurin, ella estaba mal, y yo solo fui y encontré a alguien más.
—Porque tal vez es lo que tenía que pasar —objeta Hoseok, sus palabras amortiguadas por el cigarro en su boca—. Seamos sinceros con algo; desde que a Jurin se le metió la idea de tener hijos, no es la misma.
Yoongi lleva sus dedos contra la piel de su frente, rascando hasta tornarla roja. —Esperaré a que termine el embarazo para comenzar a tramitar el divorcio. —dice antes de ponerse de pie.
Hoseok deja de mirar al techo para observar cómo su amigo termina de beber su trago y toma su abrigo del perchero. —¿Y Jimin? ¿Qué pasará con Jimin?
Yoongi termina de abotonar su abrigo y lo mira por algunos segundos antes de encoger sus hombros. —Eso iré a averiguar ahora —dice y gira en dirección a la salida de la oficina—. Por favor, cúbreme, prometo regresar el favor.
—El chico te adora, ya no lo hagas perder más el tiempo.
Yoongi coloca su mano alrededor de la perilla de la puerta, mirando su anillo de oro en su dedo anular. —Gracias por preocuparte, Hoseok.
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KEEP SPOILING ME. ➸yoonmin
Fanfiction❝ ¿Por cuánto tiempo más te tendré que esperar, Yoongi? ❞ Jimin es un chico demasiado caprichoso y mimado, y Yoongi hace lo que sea por él... Incluso dejar a su esposa de lado. ❝ Ya no lo hagas más, Jimin.❞ ⓘ cr: @desordonne; tengo su permiso para r...