KEEP SPOILING ME. ➸yoonmin

Capítulo 11

—Déjame ayudarte con eso. —dice Yoongi tomando el maletín pequeño en donde su esposa había estado guardando sus productos de higiene personal y prendas para pasar el día a día.

—Gracias, cielo. —responde ella tomando la mano que su pareja le tiende, entrelazando sus dedos con fuerza y apoyando su mejilla en el hombro de este.

—¿Crees poder subir las escaleras? —Yoongi pregunta jalandola hacia su pecho, suspirando cuando ella busca esconder su nariz fría en su cuello.

—No, no quiero hacer esfuerzo —murmura Jurin soltando dedo por dedo la mano de su esposo, y alza sus brazos flacos y débiles para tomarlo de las mejillas—. Me gustaría verte con barba. —dice pasando sus pulgares por sobre la piel lisa. 

Yoongi sonríe inclinando su frente contra la de ella, inhalando el aire que ella exhala y apretando su carne. Abre sus ojos, que cerró en algún momento, y encuentra los de Jurin ya abiertos.

—Te amo —articula ella, sus labios agrietados y cansados.

Jurin sonríe después de confesar la devoción que tiene por Yoongi, con sus ojos brillando y su risita tan característica, y la acción hace a Yoongi sonreír en grande y ocultar su cara en el cuello de ella.

Pasan minutos así. Juntos, pegados, siendo solo uno, corazón con corazón, dándose tranquilidad mutuamente. Jurin fundiéndose, entregándose de nuevo, demostrando que le pertenece, que es de él, que siempre lo ha sido, pero Yoongi no responde las palabras que solía murmurar con tanta facilidad antes de conocer a Jimin.

Antes de Jimin todo era más fácil. 

Antes de Jimin esas palabras le pertenecían a su esposa. 

—Jurin... —habla decidido, sacando su cara del escondite y mirando hacia su mujer en brazos.

—¿Sí?

Yoongi traga saliva duramente, y observa con detenimiento a la mujer delgada, demacrada y enamorada, frente a sus ojos. Con diminutas pecas que todos los días cubre con maquillaje porque las encuentra asquerosas, nariz puntiaguda y fina, sus labios en corazón que son delgados y que ya no dicen nada. Ve ahí, frente a sus ojos, a una chica rota y mimada que estuvo dispuesta a perder todo con tal de mantenerlo a su lado. 

—No, nada. —responde finalmente, sonriendo, y alza a la chica de sus caderas para que se pare sobre sus pies.

—Sungjae es un lindo nombre —Jurin comenta tomándole de la mano y guiándolo hacia su vientre—. Seremos buenos padres para él. 

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Jimin suspira escuchando la plática entre Minhyuk y Hyungwon, alternando su mirada entre ambos chicos y girando sus ojos a Jihyo cuando ella se ríe exageradamente.

—No podemos ser los únicos seres vivos en el universo. —dice Hyungwon golpeando la mesa con su dedo índice.

Minhyuk niega, tragando la mitad del mordisco de hamburguesa en su boca. —No pienso discutir más contigo.

—¡Aleluya! —exclama Jihyo alzando sus manos al cielo, provocando una risa en Jimin.

—Son tan odiosos —dice él—, lo juro.

—¿Cómo va todo con tu papi de azúcar? —cuestiona Jihyo con diversión.

—Jihyo. —regaña Minhyuk, mirando de reojo a Jimin.

—¿Qué? —responde ella, rodando sus ojos cuando él pone su dedo índice sobre sus labios.

—Me va a dejar. —dice Jimin sin mirar a sus amigos. 

Minhyuk estira su mano sobre la mesa para tomarlo de la mano. —Jimin… —murmura con pesar.

Lee Minhyuk, el único amigo que nunca lo hizo sentir culpable por meterse con un hombre casado. El único que se quedó callado y escuchó cada detalle de la evolución de la relación. El que le dijo que estaba bien, que entendía que se estaba enamorando. El único que está ahí, frente a él, sintiendo pena porque el hombre del que está enamorado ha tomado una decisión. O al menos así parece.

—Era de esperarse. —dice Jimin aceptando el apretón de manos por parte de su amigo.

—Dale más tiempo.

Para cualquier otra persona puede parecer un mal consejero, pero para Jimin es la roca que lo ha mantenido firme en todo el revuelo. 

—No le digas esas cosas, Minhyuk. —Jihyo lo regaña mirándolo con fastidio.

—Jimin es libre de hacer lo que él quiera. —alega él.

—Es un hombre casado —Jihyo enfatiza cada palabra—, y tiene a su esposa embarazada.

—No todo es culpa de Jimin —interviene Hyungwon—, Yoongi también es culpable.

—¿Acaso eres mi amiga, Jihyo? —cuestiona Jimin mirándola con la mandíbula apretada.

—Lo soy, Park Jimin —ella contesta con firmeza—. Te estimo demasiado, y me duele ver cómo te estás lastimando por aferrarte a un hombre que ya tiene su vida hecha —lo mira por unos segundos y luego ríe—. Perdón por no decirte lo que quieres escuchar, pero no solo de eso consiste una amistad. —dice y dirige su mirada hacia Minhyuk.