KEEP SPOILING ME. ➸yoonmin

Capítulo 17

Min Sungjae nace muy pequeño, pero cabe perfectamente en los brazos de su padre. Cada que este va de visita a la incubadora en la que fue metido minutos después de haber nacido, él deja de lloriquear y cae dormido.

Yoongi lo observa en silencio todo el tiempo que se le es dado para su visita; mira cada detalle, y sonríe cuando el bebé se deja acurrucarse en él.

"Es un niño fuerte", había dicho una enfermera en una ocasión, sonriendo cuando Sungjae tomaba el dedo de Yoongi con su pequeña manito.

"Es un poco caprichoso", respondió él en aquella ocasión, mirando cada facción diminuta que conforma el rostro del bebé, deteniéndose en sus ojos.

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—Le hace falta su mamá. —mencionó la madre de Jurin tomando el biberón con sus dedos largos y delgados.

—Es ella la que no lo quiere ver —contesta Yoongi y bosteza con cansancio, sus ojos hinchados y rojizos por la falta de sueño. Deja al bebé en brazos de su suegra y camina hacia la puerta—. Las enfermeras hacen chequeos cada diez minutos, vendrán en cualquier momento. Iré a ver a Jurin.

—Deseale buenos días de mi parte.

Yoongi rueda sus ojos y camina fuera de la sala de incubadoras, tirando del traje azul desechable que se le es dado cuando visita a su hijo. Vuelve a bostezar, esta vez cubriendo su boca con la palma de su mano. Camina con lentitud por los pasillos del hospital, arrastrando sus pies pesadamente por el azulejo blanco, sus manos se adentran en los bolsillos de su casaca de cuero y truena la tensión de su cuello. Llega a la habitación de Jurin y gira la perilla, empujando la puerta pesada que lo separa de su esposa.

—Buenos días. —dice en cuanto entra y cierra la puerta con cuidado detrás de él.

—Hola. —responde Jurin en un murmuro, con su cabeza contra un montón de almohadas y suero en su mano derecha. Extiende la otra mano en busca de la de su esposo.

Yoongi sonríe, sin embargo, no dice en voz alta la tranquilidad que esa acción por parte de ella le da a su alma. Puede hasta decir que suspiró interiormente. Toma la mano de Jurin y se recuesta a su lado, besando la mejilla de su esposa, siendo cuidadoso con cada movimiento, no queriendo causarle algún tipo de dolor.

—Quiero ver a Sungjae. —dice Jurin de pronto.

—Haré que te lleven a verlo. —responde Yoongi, emocionado, listo para ponerse de pie para buscar una enfermera.

—Pero tienes que prometerme que no me volverás a ver la cara, Yoongi, no con él, no con alguien más. Antes de que me lleves a ver a mi hijo, me tienes que jurar que vas a respetar a nuestra familia. —dice ella apretándole con fuerza el brazo, mirándole a los ojos con esperanza, sus labios resecos entreabiertos expectantes a un beso que selle el pacto.

Yoongi traga saliva, sus ojos bailotean por cada facción en el rostro de Jurin, y después la besa, sonriendo contra sus labios, sintiendo cómo ella también lo hace.

—Lo juro. —le susurra al separarse.