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3 días antes de la boda.

Rhodes

Pude ver al jefe de los Lobos, un Alfa tan idéntico a Eros, elevo mi barbilla de forma amenazante.

—Una de los míos fue gravemente herida en en la frontera de tu estúpida mandada - demandé.

El caminó, me exploró y me miró con cinismo.

—¿Y que hacia una de los tuyos ahí? - habla con su voz ronca. —El Tratado dice que no es correcto para ninguna de las dos manadas, el tratado jamás podrá ser roto y lo sabes.

Lo sé.

Pasé saliva aún en mi postura molesta.

—¿Asi justifican el herir a uno de mi manada? - gruño.

El sé encoge de hombros y sentí el odio nacer de mi.

—El Tratado.

—¡A la mierda el Tratado!- Gruñi.

El me miró arqueando su ceja.

—Sabes perfectamente que si se rompe  no dudaremos en entrar en guerra, así que controla tus impulsos estupido Tigre. Que al partir de ahora, ni siquiera nos veremos a la cara, jamás, solo en esos estúpidos eventos.

Apreté mis labios.

—A partir del día de hoy, yo declaro totalmente a mi manada enemigo completo de ustedes. - Continúa.

Y sentí como temblé más cuando el Consejo estuvo de acuerdo de jamás romper tratados.

Camino hacia la Omega, tomando su delicada mano y suspiro bajo quien me miraba con miedo y triste.

—E-ellos - asiento despacio.

—Lo siento tanto - susurro a ella —No pude hacer nada.

Ella toma mi mejilla.

—Se que hizo todo lo posible Alfa. - Sentí una sensación linda en mi pecho tras su acción.

Y sonreí un poco al ver ese estado tan débil de ella no pude evitar preocuparme.

—Estoy... Esperando un cachorro de un lobo - susurra. —Moriré.

Hice un sonido para que continuara y ella aguanta el llanto.

—Mi padre me matará si se entera de que e-es de un lobo.

Niego un poco abrazando su cuerpo y ella se aferra a mi.

—No dejaré que les hagan daño ¿si?  - Sus ojos se quedan fijos en los míos.

Supe en ese instante que hacer.

Entendí aquellas palabras que me habían dicho.

Piensa en tu manada.

Ella iba a decir algo sin embargo fuimos interrumpidos por un tigre ya mayor, el miró furioso a su hija.

—¡Eres una cualquiera! ¡Estas apareandote tan feliz y ahora estas preñada! ¡¿Quien es el padre?! Más te vale de que sea de esta manada o si no tu mori..-

—Yo soy el padre. - interrumpo y la piel del hombre se pone pálida y se inclina asustado. —¿Hay algún problema?

—Lo-o lo siento mucho Alfa...- el habló asustado.

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Tiger roar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora