04

9.1K 1K 33
                                    





La temporada de apareamiento no tardaba en llegar, jóvenes y preciosos Omegas se enlazarían junto a Alfas en un precioso ritual mientras la luna llena el lugar.

—Alfa.—Aquella voz femenina se hizo presente.

—No. - El Alfa torció despacio sus ojos en fastidio.

—Alfa.

—No, largo.

El tigre solo gruñe, haciendo que la Omega diera unos cuantos pasos hacia atrás, completamente asustada, su cabeza se bajó en forma de sumisión, sintiendo el aroma atemorizar su sistema.

Aún así mantuvo una mirada ligeramente pícara sonriendo hacia el hombre.

Rhodes por su lado estaba con mal humor ya que no había dormido casi nada se dió la vuelta para caminar hacia su hogar, suspira apretando sus manos al sentir una mano en su hombro, pero abrió más sus ojos escuchando un aullido y solo miró hacia el cielo, como si este le diera una cordenada.

No sabía que ese lobito era quien aulló, aún que su tigre se removió de forma ansiosa, aún así solo decidió estar en su lugar, no debería meterlo en problemas, además Eros, era un cachorro no tan cachorro, tal vez solo quería libertad.

Y quería explorar.

Sin embargo sintió en su pecho una necesidad, ignorando a quienes le hablaban caminó hacia el bosque, anunciando que ya nadie tendría permitido ir por el festejo que se haría, a lo que tal vez los mantendría ocupados.

No hubo esa necesidad de mutar a su forma animal, sin embargo aún así mantuvo sus instintos alerta, no tardó mucho en qué fue embestido por un cuerpo más grande y peludo haciéndolo caer.

—Diablos.—sus ojos se abrieron y estuvo a punto de gruñir, su expresión cambió completamente al ver un precioso lobezno que cambió de inmediato, sus ojos brillando.

— Rhodes- , el Omega sonríe. —Crei que no te vería de nuevo— Murmura, abrochando su camisa ligeramente rota aún sobre el abdomen del Alfa.

El Alfa ríe levemente.

—Pensé lo mismo de ti, tampoco es como si viera a muchos lobezno por mis tierras de todos modos.

—Tus tierras son divertidas. - Habló de forma rápida Eros, con una sonrisa en sus labios carnosos, se levantó su delgado cuerpo se balanceó como si el aire lo moviera de forma tan linda y suave,—¿O me equivoco alfa?- ladea su cuello.

—Realmente no te interesa si soy un Tigre, precisamente el Alfa líder. —Escucha una risa—¿Te provoco mucha diversión, precioso?— el lobito sonríe mostrando unos pequeños hoyuelos.

—Un poco, no sirves mucho para intimidar Alfa, al menos no funciona conmigo. - Ríe -Ser hijo del jefe sirve.

—Nunca lo intenté.- Lo corta, mientras sonríe ladino y el lobo se sonroja avergonzado.

Ambos caminaban en círculos, como si se conocieran o estuvieran familiarizando entre ambos, sus miradas se ma tenían sobre la otra, sus respiraciones un poco fuertes pareciendo  como si sus instintos a flote.

—Hoy es luna llena—Escucha al lobo—Mis padres me dieron un permiso de solo tener una compañia evitando el sexo claramente.

—¿Y eso...

—No es lo que quiero, no siendo obligado tampoco, pero quiero algo por mi propia cuenta tambien.

El tigre arquea sus cejas curioso acercándose al lobezno recargandose en aquel tronco.

—Compartimos mismo pensamiento.

—Compartimos mismo pensamiento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tiger roar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora