No tientes.
Briella:
Durante el resto del trayecto no volví a articular palabra. La atmósfera dentro del coche era incómoda solo para mí. Los hombres que me acompañaban estaban muy complacidos bebiendo del champán que minutos antes habían abierto, mientras que yo observaba el paisaje que se divisaba a través de la ventanilla del auto.
Un flash-back cruzó mi mente, dándome todas las respuestas que necesitaba:
—Papá, ¿podré ser yo líder algún día? — Solo con nueve años, ya era una niña muy curiosa. Miles de preguntas debía responder mi padre a diario.
— ¿A qué viene esa pregunta pequeña? — Mi padre dejó sus lentes sobre el escritorio y centró su completa tención en mí.
— Es que solo veo hombres cuando te acompaño al trabajo. La única chica es Samira, pero ella es tu secretaria, no manda. Yo quiero mandar. — Mi comentario hizo reír a mi padre, quien se pensó muy bien la respuesta que iba a darme.
— Cariño. — Me sentó sobre sus piernas —. Una mujer puede ser tan grande como lo quiera ser. Si tú, pequeña mandona, quieres ser líder, vas a ser la mejor de todas.
— ¿En serio papá?
— Durante mucho tiempo, las mujeres que querían ser líderes debían ocultarse detrás de un "Anónimo" o hacerse llamar por nombres de hombres. Todo esto, para que su trabajo obtuviese un poquito de mérito.
— Que feo, yo no quiero llamarme como un chico. — Dije poniendo los brazos en jarras.
Mi padre soltó una carcajada que me hizo reír a mí también.
— No tienes necesidad de llamarte como un chico. Ese tiempo ya pasó. — Dijo tocándome el puente de la nariz —. Pero, escúchame bien. Tú naciste para liderar, por lo tanto debes modelar tu ingenio todo lo que puedas. Muchas veces en la vida te vas a encontrar rodeada de hombres ambiciosos y egoístas, entonces necesitarás ser más inteligente que ellos. — Me besó la frente —. La mejor arma que tiene una mujer es su imaginación, si tu ingenio es grande, serás invencible.
Grabé esa última frase en mi mente. Solo mi ingenio me ayudaría a escapar de aquí. Pensé en una vía factible para poder escabullirme con éxito esta vez y, a pesar de que no me gustaba para nada la idea, mi subconsciente tenía fe en que podía funcionar.
El coche se detuvo frente a una pequeña galería de arte, con estilo modernista. Los hombres bajaron del coche y Caleb me ofreció su mano para ayudarme a salir. La tomé y al bajar me enganché de su brazo.
— ¿Qué haces? — Preguntó sorprendido.
— Actuar como la novia de un Lavaux. — Sonreí descaradamente —. Esta noche va a ser inolvidable, Caleb.
— ¿Cómo estás tan segura de ello? — Su pregunta estaba adornada por un matiz desafiante.
Me acerqué a su oído y mordí el lóbulo de su oreja.
— Son solo corazonadas. — Respondí.
Cuando me separé de él, observé su cara y esta era todo un poema. Lo había tomado desprevenido y eso lo había sacado del juego. Bien, podía continuar con mi plan.
Entramos a la pequeña galería y atravesamos un corredor. Frente a una puerta metálica, había un escolta. El hombre conoció a Pierre de inmediato y nos dio paso a una habitación más grande que la misma galería por donde habíamos entrado.
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Sin Retorno [Completada}
ActionEl pasado pesa. Es como una maleta que llevamos durante el viaje que es nuestra vida, una de la que no podemos deshacernos por mucho que el corazón no los pida. A mi me tocó cargar con un pasado que no era el mío. Por mucho que intenté escapar de...