6 - Navidad no Navidad

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24/12/21 - Contexto: V no quiere celebrar navidad
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─ No te vayas.

Volkov sintió la mano de Horacio sujetando su brazo para tratar de retenerlo. 

─ Horacio, ya te dije, tengo que irme, no me gusta celebrar este día ─ dijo girando su cuerpo y dándole la cara, no sintió la necesidad de apartarse ni de impedir que Horacio le siga tocando, pero este resbaló su mano por su antebrazo mientras la retiraba.

─ Lo sé joder, pero no hay necesidad que te vayas sabe dios a donde, esta es tu casa.

─ No quiero arruinarles la noche ─ dijo Volkov caminando alejándose de la puerta principal y entrando a la sala ─ ustedes solo diviértanse sin mi, no te preocupes por mí.

─ Sabes que no puedo hacer eso... además... nadie vendrá, se canceló todo.

─ ¿Por qué Horacio? Espero que no fuera por mi.

─ Bueno... en parte sí.

─ Joder... ─ Volkov se sentó y Horacio lo imitó sentándose a su lado.

─ Mentira. Bueno no, bueno si.

─ ¿Total?

─ Cada uno celebrará de forma más personal, con su núcleo familiar, por así decirlo. Ya celebraremos juntos para año nuevo.

─ Pero Horacio yo... no quería arruinarles la noche por el simple hecho de que yo no quiero celebrar nada... y a ti te gusta la navidad.

─ Lo sé, pero ahora no tienes porqué irte, quédate en casa, no celebremos nada. 

─ Pero tu...

─ No te preocupes por mi, tan solo con que te quedes... es suficiente ─ Volkov no supo qué decir y se quedó callado ─ Entiendo como te debes sentir, y que tienes razones para no querer celebrar, pero sabes que aunque haya descubierto que tengo familia, no la tengo realmente, no este momento, y la única persona con la que celebraba no está... Tu... bueno, solo estás tú.

─ Lo siento por eso... no soy el más indicado con quien pasar estas fechas la verdad.

─ No importa. Mira, apaguemos este árbol del demonio ─ Horacio se puso de pie y desconectó la luces y música del árbol ─ pidamos sushi o comida china o algo, veamos películas de acción o guerra o de mucha sangre ─ Volkov sonrió al ver como Horacio prendía la televisión entusiasmado ─ no celebremos nada, no es lo importante.

─ ¿Entonces qué lo es? ─ Horacio se acercó a él y volvió a sentarse a su lado.

─ Solo estar juntos... con las personas importantes. Solo... no quiero estar solo hoy... ─ la voz de Horacio disminuyó su volumen y el entusiasmo desapareció.

Volkov tomó aire pensando, realmente quería estar solo, olvidarse del día que era y no ver a tanta gente celebrando, cuando él tan solo podía pensar en su familia y en lo que no podía tener y no volvería a tener.
 
Pensó en Horacio, y en que realmente también solo lo tenía a él. Si lo meditaba sabría que Horacio era lo más cercano que tenía de una familia, y no, no quería dejarlo solo, no podía hacerlo, se odiaría a sí mismo si lo hacía.

─ Está bien Horacio, me quedaré ─ dijo sacándose su abrigo y dejándolo a un lado.

─ ¿Seguro? Tampoco quiero que lo hagas por obligación y que te sientas mal. Si aún quieres estar sólo, puedes quedarte en tu habitación y ya, pero no es necesario que te vayas.
 
─ No ─ Volkov negó con la cabeza y sonrió levemente ─ quiero estar contigo, de alguna manera siento que esta noche será más llevadera si es así. 

─ Gracias Volkov... ─ Horacio le sonrió y detuvo el impulso de abrazarlo.
 
─ Gracias a ti Horacio.

─ Entonces ¿Sushi o china?

Terminaron pidiendo las dos cosas y cenaron frente al televisor viendo, como Horacio sugirió, películas de acción y terror.

Horacio se sintió cobijado en la compañía de Volkov, y Volkov dejó que el calor de Horacio entibiara su corazón.

Ese día aprendieron, que sea la fecha que sea, lo importante era dejar que el otro llenara los vacíos, calmara los temores y dudas, y simplemente dejarse sentir el querer y ser querido.

A media noche, al escuchar los fuegos artificiales de la ciudad, se miraron y sin decir nada se abrazaron, acariciaron sus espaldas y se permitieron llenarse del calor del otro. Por una noche, a pesar del dolor y las penas del pasado, a pesar de la incertidumbre del futuro, estaban seguros y completos. 
 

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