29 - La Trampa

303 25 6
                                    

22/05/2022 - Contexto: Carlo quiere dar una lección a Volkov

Advertencia: Puede incluir alguna escena sensible.

--------------

— Oye viejo ¿Estás seguro de hacerlo? digo... a mi me importa una mierda, solo quiero un poco de salsa ¿sabes? y hace mucho le tengo ganas, el que tendría más que perder eres tú, o tu hijo.

— Ya te lo dije Gambino, un susto no les vendrá nada mal — Andrés sacó una gabardina de su locker del gimnasio y se la puso en un movimiento tosco — lo que le pase a la rata rusa no me importa, y las consecuencias con mi hijo... lidiaré con eso después, que él tampoco me lo está poniendo fácil.

— Así me gusta... pues entonces vete ya, y sólo regresa cuando te escriba, ni se te ocurra antes, que una vez le escriba al ruso, no hay vuelta atrás.

— Entonces ¿suerte?

— Yo no necesito a la suerte, ella me necesita a mí.

Carlo tomó su móvil de su bolsillo trasero y sin tomar atención al hombre que salía, le sonrió a la pantalla mientras tecleaba un "La he liado, necesito tu ayuda, ven al gym", como era de esperarse, la respuesta no tardó y leyó un "¿Y ahora qué joder? En camino".

El rubio tomó una camiseta sin mangas y salió de la oficina, se pavoneó entre las máquinas y sus clientes como siempre, rodeó las oficinas por fuera y apoyó su espalda en la pared mientras sacando un porro del bolsillo lo encendía.

Sintió el humo recorrerle la garganta y sonrió, "Será un día muy divertido" pensó, y a lo lejos, tal y como lo tenía planeado, divisó a el Cejas dentro de un vehículo, listo para actuar a su señal.

Fueron unos cuantos minutos de espera, pero llegó al fin. El ruso se bajó de su vehículo particular con toda su actitud de policía tan evidente, de seguro habría estado patrullando, y eso era mucho mejor. Lo miró de pies a cabeza y reconoció que a pesar de verse tan estirado, con su camisa guinda y pantalón oscuro, no se veía nada mal.

— ¿Mucho trabajo? — dijo Carlo mientras tiraba lo que le quedaba del porro al suelo y la apagaba con su zapato.

— Eso a ti no te incumbe Gambino. Dime qué sucede, que a diferencia de ti, yo tengo cosas importantes que hacer — Carlo solo hizo un sonido de risa contenida.

— Directo al grano eh ruso... ¿Eres así de rápido en todo? sería una pena... pues bueno — le hizo un gesto con el rostro para que se apoyara a su lado, insinuando que lo que tenía que decir sería confidencial. Volkov hizo caso no si ponerle mala cara — ¿Recuerdas tu insistencia de que me dedico a algo ilegal?

— Aja.

— Pues fíjate que no lo hago.

— Si claro ¿Esperas que lo crea solo por que lo dices?

— Allá tú. Pero lo que te tengo si es interesante, y de alguna forma te incumbe, viendo la gran familia que son.

— ¿A qué te refieres?

— Solo te lo digo por que me importa una mierda — Carlo sacó otro porro de su bolsillo y lo prendió — ¿Te molesta? — miró a Volkov sonriendo de medio lado — bueno no me importa tampoco.

— Habla de una puta vez coño.

— Tu suegro... digo... Andrés... o el daddy como lo llaman por acá, se ha metido en una gorda. Yo no vendo ni tráfico nada verás — cambió de posición apoyando un hombro en la pared y mirando a Volkov — pero ese viejo se ha metido con una banda que vende de la buena — pudo notar la mirada del ruso a su mano — esta no, esto no es nada, hablo de lo malo de verdad, lo peligroso, tú entiendes.

OjaláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora