22 - Otro lunes laboral

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30/03/22 - Contexto: Luego de la cita después del wipe y antes de London.

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Horacio suspiró cansado mientras hacía zapping sin ningún interés en el televisor, estaba cansado, y ese lunes mientras trabajaba, no hacía más que recordar el lunes pasado. Ese día especial en el cual tuvo su primera cita con Volkov.

No lo había visto en todo el día, porque estaba en su infiltración, el lunes dejó de ser especial de una semana a otra, y eso solo le hacía sentir como si su cita nunca hubiera pasado, o que había sido un sueño traicionero, y no ayudaba para nada que en toda la semana no habían tenido tiempo para hablar o estar solos ni una sola vez, la confianza que habían ganado ese día, ahora parecía no existir.

Dejó el control remoto a un lado dejando un programa de cocina en el televisor, no por que realmente le interesaba, sino para tener una voz de fondo en el ambiente que sea al menos reconfortante.

Un golpe en la puerta llamó su atención, se puso de pie desganado y cuando estuvo frente a la puerta se percató que casi nadie sabía cuál era su habitación, solo Blake y Volkov.

Precavido miró por el ojo de pez y se sorprendió al reconocer a Volkov. Se alejó de la puerta y entró al vestidor, revisó su ropa rápidamente y ordenó su cabello como pudo.

Se sintió ilusionado por esa repentina visita, hasta que entró en razón, sabía que era casi seguro que iba a buscarlo por temas laborales. De todos modos decidido se acercó a la puerta y sin pensar de más la abrió.

Volkov se encontraba vestido de una forma que nunca lo había visto, ropa holgada, sencilla y hogareña, sonrió por eso al parecerle muy tierno.

— Buenas noches Horacio, espero no haberte interrumpido.

— No para nada, ¿quieres pasar? — dijo terminando de abrir la puerta y echándose a un lado.

— Da, gracias — Volkov se agachó un breve momento y de un lado de la puerta alzó una bolsa que Horacio no había visto, caminó ingresando al cuarto y cerró la puerta con delicadeza.

Horacio miró curioso la bolsa y siguió con los ojos a Volkov que la llevó a la cocina y la dejó en la encimera.

— Emmm yo traje... no se si ya lo hiciste pero... traje algo que cenar.

— ¿Para ti?

— No coño, para ambos.

— Ah vale. No he cenado, ¿que has traído? — Horacio se terminó de acercar y observó como Volkov sacaba algunas cajas de la bolsa.

— Croquetas y ensalada, de otro nuevo lugar por el norte.

— ¿Fuiste hasta allí por esto?

— Terminé de patrullar y de casualidad vi el nuevo restaurante, pensé en probarlo pero no me atrajo la idea de estar ahí solo. Así que compré para llevar y bueno, el resto ya lo sabes.

— ¿Querías estar en compañía? ¿Desde cuando el ruso que conozco le incomoda la soledad?

— Solo quería cenar contigo coño — Horacio no supo qué responder a ese arrebato de sinceridad y solo se quedó callado sonriendo — ¿Tienes vajilla para poner todo esto?

— Así está bien — Horacio tomó las cajas y caminó hasta los sillones — trae algunos cubiertos.

— Pero hará falta calentar un poco la comida, ya ha pasado un rato desde que lo compré.

— Si a ti no te molesta comerlo así, a mi tampoco, que no soy de los que lavan platos, se gasta agua ¿sabes? — Horacio trató de disimular su pereza.

OjaláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora