13 - Tu Fuego V 🔞

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06/02/21 - Contexto: Extra de "Tu Fuego"

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─ ¿Nuevamente no pudiste cambiarte de ropa hoy?

─ No... vine rápido, sabes, luego de una alerta ─ Horacio levantó un dedo resaltando lo evidente y se quitó las botas dejándolas a un lado de la puerta de la habitación.

─ 10-4...

─ Deberías darme las gracias ─ el de cresta pasó por su lado y guiñó un ojo de forma coqueta ─ sé que el uniforme me queda caramelito.

Volkov suspiró dándole la razón, ya que la tenía, el uniforme de bombero le quedaba espectacular, por decirlo de una forma decente, pero podía notar como la tela de la ropa se ajustaba en las partes precisas y resaltaba su trabajada figura de forma tentadora, si no se sintiera seguro del afecto que Horacio sentía por él, se atrevería a sentir celos del resto de personas que lo vieran ejerciendo su labor a diario vestido de esa forma.

Paseó la mirada por su ajustado trasero y se golpeó mentalmente por imaginar cosas en otro sentido, ese que con el pasar de las semanas había explorado poco a poco, por supuesto, con Horacio, suspiró sonoramente tratando de calmarse.

Al lograr establecerse en una pequeña cabaña escondida, al fin juntos, empezaron a recuperar la convivencia, esa que habían perdido en el tiempo separados. Era distinto, claro, ahora no estaban solos, eran responsables del cuidado y salud de Charlotte, pero en sus momentos de intimidad, las cosas habían cambiado por completo.

Volkov nunca se consideró un hombre al que el contacto físico le fuera interesante, pero claro, nunca había tenido pareja, y más aún, nunca había experimentado nada parecido a lo que Horacio le hacía sentir.

Cuando confesó sus sentimientos, no fue necesario más, los dos daban por hecho que su relación había cambiado nuevamente, pasaron de ser amigos con sentimientos no definidos o no correspondidos, a una pareja sentimental con todas sus letras, formales y exclusivos, no era para menos, ambos ya habían esperado lo suficiente para llegar a ese punto de sus vidas.

─ ¿Todo bien? ─ le cuestionó Horacio al escuchar su suspiro.

─ Si, todo bien, perfecto.

Se puso de pie y le dio el alcance en la cómoda de ropa, en donde Horacio rebuscada entre sus prendas para elegir que ponerse luego de darse un baño. Se acomodó a su espalda, casi aprisionándolo contra el mueble y le dedicó un cariñoso beso en la cabeza, aspiró su aroma y le extrañó que el olor a shampoo permaneciera luego de un día de trabajo cerca al fuego. Horacio un poco más acostumbrado a sus inesperadas muestras de afecto, cerró el cajón olvidando su labor y se giró envolviendo su cuello y acercando su rostro al suyo.

─ Salúdeme como se debe señor director.

─ Horacio...

No tuvo oportunidad de seguir hablando ya que los labios de su novio atacaron los suyos con devoción, de la forma que siempre lo hacía y él, ya más experimentado le siguió el ritmo con gusto. Las manos de Horacio no tardaron en colarse debajo de su camiseta y empezaron a acariciar sus abdominales, menos marcados que años atrás, pero igual de apetecibles para el moreno, como siempre le demostraba que era.

El último mes había sido un experimentar constante y un descubrimiento mutuo que a Volkov le parecía sorprendente pero delicioso, y claro, inevitable. Habían cruzado muchas barreras y se habían agasajado con el placer de brindar satisfacción al otro, pero claro, aún no cruzaban esa última línea, la definitiva, la más tentadora de todas.

Entre besos Volkov recordó la primera vez que las manos traviesas de Horacio tocaron su intimidad, en una de esas noches en que se animaban a explorarse entre caricias y palabras cariñosas. Nunca antes se había sentido tan bien, tan deseado y tan cómodo permitiéndose sentir por primera vez que alguien a quien amaba le interesaba su placer, y así fue, esa vez Horacio hurgó en sus sentidos y no se detuvo hasta hacerlo llegar al éxtasis mismo.

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