𝕧𝕖𝕚𝕟𝕥𝕚𝕥𝕣𝕖𝕤✍︎

3K 377 5
                                    

El día seguía transcurriendo y Jin estaba siendo guiado por los omegas a ver la manada. Seok Jin se sorprendia al ver más omegas y que ellos eran tan alegres, no como el que tenía todo su rostro apagado. Los ojos de Jungkook eran muy bonitos y su aroma también le hacía pensar en aquellos ojos que lo observan esa vez por la ventana, el aroma era tan débil que podía parecer que alguien las esté cocinando pero cerca de ellos no vivía nadie más.

Escuchaba atentamente la historia de la manada y de cómo habían sido el refugio para muchos marginados, incluso de los no lobos le hablaron, Seok Jin se le hacía raro jamás había escuchado ese término.

— ¿que es un no lobo?  - ve como Félix se acerca y sonríe -

— son personas normales, sin llegar adquirir algún aroma o forma de lobo.

— ya veo, no sabía que habia personas así.

Todo el día se la pasaron mostrándole a Jin los lugares más bonitos que la manda tenía, conociendo un poco más el lugar, Jin miraba con ojos brillosos cada lugar y a cada persona. Llegada la noche Jin fue dejado en la casa de Nam y al verlo sentado en la sala, se inundó de miedo.

— y-y-yo l-lo s-s-siento, S-se me fue la h-hora. - vio como Namjoon se levantaba y se dirigió a él -

— tranquilo Jin, ¿te gustó el paseo?  - tomó a Hoseok que estaba dormido y lo acurrucó con el. -

— ¿no estas molesto? - miró a Namjoon a los ojos pero retiro la vista al hacer contacto visual con el - l-lo siento.

Namjoon tomó con su mano libre la mejilla de Jin y junto su frente con los ojos cerrados.

— no estoy molesto, me alegra que hayas disfrutado. - se alejo y se subió al cuarto - ven te tengo una sorpresa.

Jin siguió a Namjoon y este le llevó a una habitación, Jin estaba nervioso y cuando Namjoon abrió la puerta, sus ojitos se iluminaron a ver aquella habitación.

Un bonito cuarto donde un color naranja rojizo con dibujos de dinosaurios color café, la cuna color blanco y al lado un ropero del mismo color que la cuna, en lo que restaba de la habitación un tapete café claro, una mecedora color blanca y un estante lleno de peluches. Nam miró a Jin y este solo tenía lágrimas en sus ojos.

— no se si te gusta, pero me esforcé mucho. - sonríe tiernamente -

— esto es muy hermoso.

Nam dejó al bebé en la cuna y prendió el monitor de el bebé, tomo la mano de Jin y salieron de la habitación, se dirigieron ala habitación de Nam y Jin entró.

— buenas noches jinnie, descansa. - acaricia la mejilla de Jin -

— duerme conmigo Namjoon - dijo todo rojo Jin - claro si no te molesta.

Namjoon murió de ternura por dentro  y se adentro ala habitación, Jin se ducho primero y agarro una de las ropas que había llevado, pues, el aún no tenía ropa; cuando el salió del baño Namjoon le siguió y así hasta que ambos estuvieron listos.

— Jin... ¿Quieres salir a comprar conmigo mañana? - Jin le miró y asintió - bien, vamos a dormir.

Jin se acostó y ambos terminaron dormidos. Al día siguiente ambos se estaban alistando temprano y con ellos estaba Hoseok chupando su dedito en la cama, las risas mañaneras con las ocurrencias de Namjoon fueron lo que inundaron la casa, Jin se sentia tan tranquilo. Cuando salieron parecían una pareja de casados, y con el pequeño Hoseok en la cangurera.

Llegaron a la ciudad más conocida de Corea, cuando entraban a las tiendas, Jin se quedaba admirando cada ropa, pues lo que el se ponía siempre era lo que le escogían, se probaba cada ropa que le gustaba y salía a modelarselo a Namjoon, Namjoon se le hacía tan tierno la actitud que él omega tenía, se sentía cada vez más enamorado. Cuando terminaron Jin comenzó a notar que no se hacía notar la presencia de alfas o omegas, esas personas no tenían un aroma específico.

— Estos... ¿Son no lobos, nam? - Jin lo mira y este solo asiente -

Jin miro una heladería y el aroma llego a su naricita y corrió a ver, sus ojos se iluminaron cuando vio todos los sabores, busco a Namjoon con la mirada y cuando lo vio, alzó su mano llamando su atención, su carita sonriente miró al señor del mostrador.

— ¿puedo agarrar de todos los sabores?

Namjoon llegó y lo sostuvo de la cintura, Jin no se inmutó por que ni lo sintió.

— referente a su pregunta Joven, solo se pueden 3 sabores máximos. - el señor sonrió amable -

Jin asintió y comenzó a preguntar los sabores, una llamada hizo entrar en razón a Namjoon que miraba muy embobado a Jin, lo dejó de sostener y atendió.

— ¿Hola?

— Joven Namjoon, ¿donde esta? - habla Yu Ra del otro lado del teléfono -

— ah! Eres tu Yu Ra, pense que eras mi papá. Ahora estoy fuera de la manada, llegamos en un rato.

— Namjoon, quiero hablar contigo y tus padres.

Namjoon se tomó eso como una platica seria y viniendo de aquella omega que siempre había visto como una hermana se temía lo peor. Terminó la llamada y miró a Jin quien tenía a Hoseok en sus brazos mientras comía su helado con sus ojitos muy brillosos, disfrutando del helado, cuando vio a Namjoon acercarse, le sonrió.

— ¡¡esto es demasiado rico!! - Hoseok movía sus manitas al mismo tiempo que su papá lo hacía. -

Después de un rato ya estaban de vuelta ala manada, y Jin corrió con Hoseok en brazos dentro de la casa. Dentro de la casa Jin vio a Yu Ra sentada en el sofá y ella lo miró de pies a cabeza.

— oh claro, eres el refugiado de Jonnie. - sonrió de lado - ¡por la diosa luna! Mira que horrendo te vez.

Jin se inmutó ante las palabras de la omega, Namjoon llegó después y Jin ya estaba en el cuarto, dejó las cosas en la sala y miró a Yu Ra.

— veo que estas aquí, de nuevo sin avisar que vas a entrar. - dijo serio -

— No pongas esa cara Jonnie, vamos. - se colgó del brazo de Namjoon y se dirigieron a la puerta -

Jin se quedó mirando el espejo, en su reflejo se miraba cansado, con ojeras, sus labios pálidos y rotos, su piel estaba seca y el se miraba demasiado delgado.

Se que soy horrendo.

> Omega <

&gt; Omega &lt; ⁿᵃᵐʲⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora