Namjoon estaba sentado en la sala de su casa donde vivió con sus padres y junto a él Yu Ra, ambos padres se les quedaban mirando y Yu Ra estaba muy emocionada, su aroma no lo ocultaba y Namjoon se sentia empalagado al punto de asquearse.
— padres... Empezaré con mi cortejo. - sonríe pensando en ese bonito omega que lo esperaba en casa -
— oh eso es una buena noticia hijo, tus hermanos ya tienen sus parejas y tu siendo el mayor eras el que faltaba. - el aroma de la omega se intensificaba -
—… ¿quién es la persona afortunada? - dice su padre aguantando el aroma empalagoso de la omega -
— cortejare a Jin. - sonríe -
El aroma de Yu Ra dejó de expandirse y se fue desvaneciendo, su madre se Namjoon grito emocionada y abrazo a su hijo y mientras lo felicitaba.
— Yu Ra cariño animaste a este niño a que por fin se convenciera. - abrazo a la omega y ella solo sonrió con falsa felicidad -
Cuando salieron Namjoon miro a Yu Ra y la detuvo.
— Lo siento Yu Ra, se que no es lo que esperabas, pero eh encontrado a mi omega y espero que lo puedas aceptar y apartarte. - sonrió amable y se retiro del lugar en el auto, dejándola parada. -
Al llegar a casa, el aroma de la comida recién hecha inundó sus fosas nasales, se acercó a la cocina y ahí vio a Jin con un vaso de agua en la mano, parecía estar pensando, Namjoon ser acerco y fue cuando Jin reaccionó.— bienvenido Namjoon. - le entregó el vaso de agua que tenía en su mano -
Namjoon se lo bebió y lo dejó de nuevo en la isla que la cocina tenía, tomo por la cintura a Jin y este se tenso al sentirse acorralado contra el lavamanos, comenzó a temblar y a recordar muchos momentos donde Ken lo violaba.
— n-no quiero... Me va a doler. - un leve sollozo se hizo presente - no lo hagas por favor.
Namjoon no entiendo, se separó y vio la carita de Jin empapada en lágrimas, que recorrían su rostro. Se alejo de Jin y este parecía poder volver a respirar.
— ¿cuánto te dañaron Jin? - dijo preocupado -
Jin lo miró y tomó las manos de Namjoon.
— estoy bien - sonríe -
El alfa sólo asintió y quito delicadamente el agarre que tenía Jin en sus manos, sonrió y subió a su habitación a recostarse. Jin solo lo miró irse sintiendo un leve dolor en su pecho.
Lo siento, siento tanto que tengas que soportar a alguien como yo.
Termino la comida y se sirvió un poco, comió y después lavo los trastes que había ocupado; se sento en la sala y se quedó mirando la pantalla negra de la televisión.
(— eres libre Jin, somos libres)
— ¿te sientes libre?, yo aun siento las cadenas de Ken atados a mi y cada momento que pasa solo recuerdo cuanta humillación tenía.
(— no es fácil curarnos y eso lo sé, tanto tu, como yo estamos lastimados.)
— mirate, tu reflejo es tal para asutar a alguien, no encajamos entre los demás omegas, me siento tan intimidado.
(— ya encajaremos Jin, seremos parte de esta manada.)
Jin subió las escaleras y entró a la habitación, solo para encontrarse con un Hoseok vestido de alpaquita encima de Namjoon, ambos bien dormidos, sonrió y los acobijo, beso la frente de Hoseok y con mucha duda también la de Joon. Se recostó aun lado de ellos y se durmieron juntos.
Un nuevo día llego y todos se levantaron, Namjoon se propuso comenzar con su cortejo desde ese día y así ir ganándose a Jin poco a poco. Comieron un rico desayuno hecho por Jin y salieron de casa cada quien por su lado. El omega se encontraba con los otros omegas y ellos lo llevaban de aquí para allá.
Los días comenzaban a pasar y Jin poco a poco comenzaba a tener confianza en los omegas y ser más el mismo con ellos, riendo, jugando e incluso bromeando... Pero aun era cerrado con todo lo que le llegó a pasar en la manada, nadie comentaba o le preguntaba. En la noche pasaba contándole a Namjoon todo lo que había hecho en todo el día, el alfa le quedaba mirando, admirando como su pequeño omega contaba con estusiasmo todo lo que había hecho y aprendido.
Namjoon cada noche le daba un pequeño detalle a Jin, ya sea una rosa o una carta, cuando Jin lo veía se tiraba abrazarlo y se ponía muy rojito, cada que se quedaban acostados, Namjoon acariciaba su mejilla, mirando con ternura aquel omega que se recostaba risueño en su pecho, se hundía en su pequeña burbuja de amor, pero a Jin los recuerdos le llenaban la cabeza y terminaba metido en el baño llorando.
¿Cuanto daño causado? ¿Por qué alguien tan puro e inocente como tu? Jin... Quiero ayudarte pero no puedo, al no saber.
>Omega<