Demonios

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Naruto se sentía como un extraño en su propia tierra, las miradas de desprecio eran el pan de cada día. Creyó un tiempo que podría deberse a su apariencia....Esa pudiera ser la razón por la que se le señalaba tanto, había examinado sus rasgos muy de cerca en un momento. Su color de cabello era un poco inusual pero había visto a otros con el cabello de colores brillantes en el patio de recreo varias veces y nadie los miraba ni les decía cosas desagradables. Tenía los ojos azules, un rasgo bastante normal, y su estatura... Bueno él era un poco pequeño para su edad, no estaba deformado de ninguna manera, había contado con cuidado frente al espejo; Tenía una cabeza, una cara con todos sus rasgos, manos y pies y 10 dedos de manos y pies como cualquier otro niño. A algunos de los adultos a veces les faltaba un dedo o una extremidad, de hecho Naruto había notado que algunos de los clanes de la aldea como el clan inuzuka tenían marcas Físicas para sus miembros como los tatuajes en la cara y a veces le gustaba sentarse al espejo e imaginar cómo sería tener a otras personas que tuvieran el pelo rubio brillante y marcas de bigotes en la cara y luego inevitablemente sus pensamientos lo guiaban a sus padres muertos, sabía que era huérfano y que habían muerto el mismo día que el nació el anciano le había dicho eso y que su situación era bastante común después de la tercera guerra.

—Idiotas— este fue el gruñido de un niño Rubio de 11 años con mejillas bigotudas y asombrosos ojos azules. Estaba pateando un pequeño guijarro mientras caminaba por los callejones de konohagakure tratando de superar otro día en que la gente que lo hiciera sentir mal con sus crueles palabras y miradas de desprecio.

Desde que tenía memoria la población se había referido a él, como un demonio no entendía por qué lo llamaban así ni siquiera sabía que era un demonio, aunque sin saber quiénes eran sus padres pues tampoco estaba muy seguro del todo. Lo que entendió fue que "un demonio" era algo que a los aldeanos no les gustaba algo que lo hacía diferente a ellos.

La caminata de Naruto continuó y volvió a patear el guijarro, lastimosamente este cayó por un desagüe fuera de alcance. Naruto suspiro tristemente ante eso, no sintiéndose con ganas de regresar a su solitario apartamento todavía podría haber ido a ichiraku Ramen por algo de comer pero no quería que el dúo padre/hija se dieran cuenta que se sentía mal, ya tenían bastante de que preocuparse.

El rubio, decidiendo aclarar su mente caminó hacia los campos de entrenamiento de la aldea para ver la práctica de los ninjas, era algo que disfrutaba hacer ya que le ayudaba a ver cómo era realmente el entrenamiento ninja en lugar de la aburrida basura teórica que intentaban enseñar en la academia, había estado allí desde su inscripción a los 8 años y no sentía que hubiera aprendido nada. Le resultaba más fácil de entender si podía ver a alguien haciendo algo en lugar de explicárselo.

Al llegar a un campo aleatorio vio a un hombre mayor con cabello plateado  sentado y leyendo un libro naranja, el hombre siguió leyendo por unos momentos y el niño estaba apunto de irse cuando vio que el hombre guardaba su libro, bajó su máscara y se mordía el pulgar, Naruto se sorprendió por la apariencia del hombre ya que era "diferente". No entendía muy bien cómo ya que era como los demás pero su cara era cautivadora, era extraño de explicar pero tenía una cara agradable, talvez era algo como lo que pasaba con él solo que al revés. Talvezera Naruto si era diferente pero dejó ese tema para después.

El ninja pasó por una serie de sellos demasiado rápido para que el rubio lo siguiera antes de poner la palma dela mano en el suelo y cantar el nombre de una técnica que desafortunadamente Naruto no pudo escuchar a la distancia que se encontraba, para sorpresa y asombro del niño un trío de perros se apareció junto a una baraja de cartas.

—están dispuestos a jugar al poker honestamente estoy demasiado aburrido para volver a leer mi libro— sugiere el hombre ganándose el encogimiento de hombros de los perros antes de barajar las cartas y empezar a repartir sin embargo el chico ya había visto suficiente para él, vio exactamente lo que tenía que hacer para que su hogar ya no fuera tan solitario.  Primero tendría que esperar a qué oscureciera y luego entrar a la biblioteca ninja, un tesoro del conocimiento archivado al que se podía acceder de forma gratuita siempre que tenga la autorización correcta para ciertas cosas ¿y la mejor parte de la biblioteca? se podría preguntar... la sección restringida el lugar donde se almacenaron las técnicas y la información robadas pero consideradas seguras solo aquellos con autorización de nivel jonin pueden ingresar a esta sección, pero incluso ellos necesitaban permiso del hokage. Sin embargo nadie contó con que el maestro de bromas del pueblo se colara y diera un paseo.

Naruto y sus DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora