Eleven (Serendipia III)

u n o

—¿Como que no vas a venir?, es mi boda Logan tienes que estar aquí—

—Ya pero... él estará ahí, con ella— Resoplo.

—Han pasado once putos años, supéralo— Dice rodando los ojos como siempre que hablamos de este tema y le digo que no quiero saber de Ryan.

—Ese es el problema, lo tengo superado pero sé que si le vuelvo a ver se va a ir todo a la mierda—

—Sí no quieres verle es porque no lo tienes superado—

—Kate...— Ruedo los ojos como siempre que hago cuando me dice que no he superado a Ryan.

—Es que además... es el padrino de Nate— Digo incómoda.

—¿Y eso que tiene que ver?—

—Pues que... no es un invitado más que pase desapercibido, le voy a tener que ver—

—Logan como no vengas a mi boda no te lo perdonaré, nunca—

—Si es que me obligas a odiarte— Digo dándome por vencida.

—Te mando los billetes para San Francisco mañana— Veo su estúpida sonrisa en la pantalla de mi móvil.

—Lo que tú digas— Digo antes de colgar.

Suspiro y bajo a la cocina a hacerme un té.

Han pasado más de diez años desde que no veo a Ryan, exactamente once, ambos nos hemos bloqueado de las redes sociales, él sigue saliendo en el TMZ y las páginas de cotilleo, las cuales cada vez que veo intento no mirar para no saber nada sobre su vida.

Lo poco que he visto y lo que me cuentan es que al final entró en Columbia y después de terminar la carrera de ingeniería económica se mudó a San Francisco con Ava.

Creo que trabaja en una empresa o tiene una empresa de equipos eléctricos, software y cosas de esas, pero como he dicho intento saber lo menos posible.

Al final retomé el contacto con Kate, no fue a la universidad pero consiguió trabajo de Wedding Planner, también vive en San Francisco con Nate.

Sophie y Natalie siguen viviendo en Nueva York, Sophie fue a la NYU y Natalie a Columbia con Ryan.

Amanda y Andre no están casados pero viven juntos en Nueva York, Amanda y yo pasamos de ser inseparables a hablar una vez cada dos meses, pero aun así sigo queriéndola mucho.

Taylor fue a Dartmouth pero no termino la carrera, se hizo un curso de azafata de vuelo, parece feliz, cambia de novio con frecuencia, cosa que no veo mal para nada.

Camila terminó su carrera de bellas artes en Yale, tuvo una hija preciosa con Aaron, que por cierto fue a la UCLA dónde estudió Psicología. Ambos viven aquí en Seattle y estoy muy unida a ellos.

Oliver se ha presentado a las elecciones para el senado de Nueva York, al final se casó con Cristine y creo que ya van por el segundo hijo.

De Ethan no he sabido casi nada durante estos años, no porque no quiera, sino porque siempre está tan ocupado que no tiene tiempo ni para hablar conmigo, ahora mismo vive en Barcelona, sé que trabaja para una empresa aeronáutica y que gana bastante bien.

Yo terminé hace dos años la maestría de derecho, me mudé a Seattle para alejarme de todo, me gusta estar sola, me da mucha paz.

Aunque no estoy sola del todo...

Me veo a veces con un chico del edificio, no es nada serio pero ambos nos lo pasamos bien juntos.

Se llama Isaac, es algo más joven que yo pero es muy maduro de mentalidad, casi no noto la diferencia.

En cuanto al físico Isaac es literalmente la definición de perfección, siempre le hago bromas sobre que las chicas de su clase deben bajarse las bragas cada vez que le ven pero él siempre niega su popularidad, cosa que no me creo para nada.

Lo de la boda de Kate y Nate me ha jodido por completo, siento que he vivido en una burbuja durante estos años y esto me va a devolver a la realidad.

Ahora soy abogada especializada en divorcios, he llevado bastantes casos en poco tiempo pero me siento orgullosa de mi trabajo, la verdad es que no me puedo quejar.

Gano bastante bien, para mi es un sueño poder tener todo lo que había deseado cuando era una adolescente.

He alquilado un ático en el mejor barrio de Seattle, tengo la habitación con las joyas de Swarovski con la que siempre había soñado, un vestidor enorme y un armario que casi no tiene fondo.

Según me ha dicho Kate la boda es en dos semanas, voy a tener que irme pasado mañana.

Suspiro pesadamente y en vez de servirme la taza de té me sirvo una copa de vino, en estos momentos me recuerdo a mi madre, no sé si eso es bueno o malo pero noto como poco a poco me estoy convirtiendo en ella.

Hablando de mi madre, cada vez hablo menos con ella, me incomoda mucho que me recuerde todo el rato el hecho de que tengo casi treinta años y todavía estoy soltera y no tengo hijos.

Es algo en lo que no me preocupo hasta que hablo con ella, nunca me han gustado los niños y las relaciones no me salen bien.

...

¡¡¡Sorpresa!!!
Me iba a esperar unos días para sacar esta última parte pero no he podido resistirme, ya tengo todo el libro escrito pero si hay algún tema que creéis que quedó sin aclarar en la segunda temporada podéis decírmelo y lo voy modificando a vuestro gusto.❤️