Eleven (Serendipia III)

v e i n t i d o s

—Tú tranquilo, ¿vale?, ya sabes el tipo de acusaciones que vas a escuchar, no pierdas los nervios o le darás la razón— Digo antes de entrar al juzgado.

Asiente y me da un abrazo.

Cuando entramos en la sala todos los presentes nos miran.

El camino hacia nuestro sitio se me hace eterno pero por fin llegamos y nos sentamos.

Preparo mi defensa y esperamos a que entre el juez.

—Bueno, lo primero me gustaría anunciar que aquí mi cliente va a presentar una demanda contra la señora Fiennes por difamación, y por cometer falacias—

—Como te atreves...— Dice Ava levantándose.

Intenta acercarse a mi pero Beck la sujeta y le susurra algo en el oído para que vuelva a sentarse.

—Bueno, además me gustaría que aparte de tener en cuenta la agresiva reacción de su cliente escuchase lo siguiente— Digo conectado mi móvil al ordenador de la secretaria.

—Esto es del día que la señora Fiennes se enteró de que mi cliente quería el divorcio— Digo sentándome en mi sitio de nuevo.

—Espera...— Se oye la voz de Ryan en los altavoces que están sobre la mesa de la secretaria.

—¡No!, me vas a escuchar porque esto que me estás haciendo no te lo voy a perdonar en la vida— Dice Ava.

—Pero...—

—Eres un hijo de puta, Ryan, ¿me dices que te vas de viaje de negocios y me llama esa zorra para decirme que te quieres divorciar?—

—Nena, ¿me puedes dejar hablar?—

—¿Para que me vuelvas a mentir?, ¿como todo este tiempo cuando me decías que me querías y me hacías pensar que todo era perfecto?—

—Tú sabías que no estábamos bien—

—Si hubiese sabido que no estamos bien, no hubiese tenido una niña contigo, imbécil—

—Ya pero...—

—Voy a cenar algo— Se escucha mi voz de fondo.

—¿Es Logan?, ¿estás en su casa?—

—Sí, es ella— Dice Ryan.

—Tú no quieres que sea tu abogada, quieres fallarte a esa guarra, reconócelo—

—Deja de decir tonterías, eso ya está olvidado y lo sabes—

El juez mira a Ryan en cuanto oye esa frase, a este hombre no le caemos bien, no va a ser objetivo.

—Te puedes ir despidiendo de tu querida empresa porque no voy a parar hasta que te vea sin nada—

—Vale, ahora explícame que tienes pensado hacer con la empresa— Dice Ryan.

—¿A ti qué cojones te importa?, solo ten claro que te vas a quedar sin nada—

—Mira... te voy a colgar, mañana cuando estés más calmada...—

—¿Le parece esta la actitud de una mujer que ha sido víctima de maltrato?— Digo nada más deja de sonar el audio.

—Protesto, señoría— Dice Beck.

—A lugar—

—Vale, voy a formularlo de otra manera— Hago una pausa. —Tengo experiencia trabajando con víctimas de maltrato, normalmente suelen estar aterrorizadas, no quieren ni mirar a sus maridos y mucho menos hablar con ellos—