—¿Estás bien?, ¿necesitas algo?— Digo haciéndole el nudo de la corbata.
Ryan no habla, solo me mira serio mientras termino de anudarle la corbata.
—Vale, no quieres hablar, lo entiendo es...— Me calla con un beso y le miro sorprendida.
—Vale, has conseguido ponerme nerviosa— Digo riéndome.
Sonríe levemente y sale de la habitación.
Suspiro mientras me miro al espejo y salgo también no sin antes coger mi maletín dónde guardo todos mis documentos y evidencias.
En la entrada vemos a Ava hablando con la prensa y veo como Ryan abre los ojos sorprendido.
—No caigas, quiere dejarte como el malo, y si pierdes los nervios le darás la razón—
Me agarra la mano y le suelto.
—¿Qué haces?, está la prensa ahí—
Vuelve a agarrarme la mano y ambos entramos en el juzgado captando toda la atención de las cámaras.
—Madre mía— Digo en voz baja tapándome la cara.
Una vez estamos dentro vamos a la sala y ambos nos sentamos en nuestro sitio.
—Deja todo esto en mis manos— Digo poniendo las manos en sus mejillas.
Asiente con la cabeza y me mira a los ojos.
—Te quiero, te quiero mucho— Digo abrazándole.
—Y yo a ti—
Cuando entran Ava y Beck, se sientan en su mesa y Beck se acerca para saludarme.
Le doy un apretón de manos cordial y se vuelve a sentar.
Cuando entra el juez los cuatro nos quedamos en silencio.
Es un señor mayor de unos sesenta años, he visto unos cuantos casos suyos y no es que me agrade mucho.
Está calvo, supongo que será por el estrés, literalmente está enfadado todo el día, en ninguna de las fotos que he encontrado en internet sale sonriendo lo más mínimo.
A su lado se encuentra la secretaria judicial, que sorprendentemente es una chica bastante joven y de buen ver.
Ryan le dedica un par de miradas pero no le presto mucha atención, miro mi agenda asegurándome de que no se me olvida ningún punto.
—Bien, señor Wilson, puede empezar exponiéndome sus argumentos— Dice mirando los papeles que hay sobre su escritorio.
—Bueno, la señora Fiennes reclama, la custodia completa de su hija, la mitad de las propiedades y mitad de la empresa— Dice Beck poniéndose de pie.
—Cuando ni siquiera tiene claro cuál es su objetivo—Interrumpo.
—Por favor, señorita, espere su turno— Dice el juez.
—Señoría, están casados en gananciales, la mitad de la empresa es algo que le corresponde a mi cliente y no necesita justificar el uso que le va a dar— Dice Beck.
—Estamos hablando del trabajo que a mi cliente le ha costado más de seis años de esfuerzo—
—Bueno, vayamos a lo importante, ¿por qué cree la Señora Fiennes que debería tener la custodia completa?— Pregunta el juez.
—Tenemos pruebas de que el Señor Fiennes se encuentra ausente la mayor parte del tiempo, siendo mi cliente la que cuida de su hija— Dice Beck acercándose al estrado para entregarle unos papeles al juez.
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Eleven (Serendipia III)
FanfictionEchar de menos a alguien se vuelve más difícil cada día, porque aunque estés un día más lejos de la última vez que lo viste, estás un día más cerca de la próxima vez que lo verás. Σ