Eleven (Serendipia III)

v e i n t i n u e v e

Después de tres días con náuseas y mareos me dirijo al hospital asustada.

Mientras espero a que me atiendan llamo a Camila para que me ayude a calmarme.

—Qué miedo, de verdad—

—Yo creo que estás embarazada—

—No digas eso ni en broma, por favor—

—¿Cómo que no?, sería precioso un hijo tuyo y de Ryan—

—Camila...—

—Vale, perdón, perdón— Dice divertida.

—¿Logan Browning?— Dice el doctor.

—Sí— Me levanto.

—Camila, tengo que dejarte—

—Buena suerte— Dice antes de colgar.

—Acompáñeme— Dice caminando por el pasillo.

Caminamos hasta su consulta y se sienta en un escritorio en frente de su ordenador.

Me hace un gesto para que me siente y le explico lo que me pasa.

—Muy bien, pues le vamos a hacer un análisis de sangre y de orina—

—Vale— Asiento nerviosa, me dan miedo las agujas.

—Pase a la sala siete y las enfermeras te sacarán sangre—

Resoplo y me levanto de la silla para dirigirme a la sala siete.

...

Espero pacientemente a los resultados mientras me como unos Doritos de la máquina.

No he hablado con Ryan desde esta mañana cuando le he dicho que me iba al hospital.

No me ha llamado ni me ha mandado ningún mensaje desde entonces.

Me comentó que tenía una reunión, creo que es por eso.

—¿Logan Browning?— Dice una de las enfermeras.

—Sí— Me levanto.

Me hace un gesto para que la siga y camino junto a ella hasta una sala en la que hay una camilla como el de las consultas de ginecología.

—¿Está todo bien?—

—Sí, póngase esta bata y espere al doctor— Dice dándome una bata verde.

—Pero, ¿por qué?, ¿que me van a hacer?—

—Quitarle el DIU, para que todo vaya bien de cara al embarazo—

No puede ser cierto, simplemente tiene que ser un error.

—Tiene que ser un error, yo no...—

—Señorita, el DIU seguramente está mal colocado—

—Pero...—

—Póngase la bata y túmbese, por favor— Insiste.

Hago lo que me dice y espero a que entre el doctor.

...

—Ahora que me lo han quitado, me siento algo mejor, dice la enfermera que eso era lo que me causaba los dolores— Le explico a Carson y a Camila que han venido a verme en cuanto les avisé de que había salido del hospital.

—Me alegro mucho, de eso, y de que estés embarazada— Dice Carson tocándome el pelo.

—¿Debería decírselo a Ryan?—

—Si vais a casaros hacerlo antes de que te crezca el bombo— Dice Camila.

—Qué agobio, que rápido va todo—