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Tal y como dijo Ryan, Ava no aceptó el divorcio de mutuo acuerdo, así que me toca quedarme toda la noche despierta preparando una demanda de divorcio.

Me llama Kate por videollamada y contesto.

—¿Cómo es que vas a defender a Ryan?— Dice emocionada.

—El tío se presentó aquí hace dos días ofreciéndome diez mil dólares por ser su representante legal—

—¿Cuánto?—

—Yo al principio no quería, de hecho le subí el precio para que se negase—

—¿Y se negó?—

—No, hemos quedado en quince mil—

—¿¡Cuánto!?— Grita.

—Tal y como lo oyes, con eso me voy a dar unas vacaciones bien merecidas en el mejor hotel de Malibú—

—Déjate de Maibú, nos vamos a Honolulu—

—Kate, ¿quién te ha invitado?— Frunzo el ceño confundida.

—Voy a mirar apartamentos vacacionales— Dice antes de colgar.

Me río en voz baja y niego con la cabeza.

Cuando ya casi estoy terminando el documento, oigo el timbre de la puerta.

—A esta hora solo puede ser él— Digo mirándome en el espejo.

Me echo colonia inconscientemente y antes de llegar a la puerta me paro en seco.

—Nada más es un cliente, contrólate— Me digo a mi misma antes de abrir la puerta.

—¿Qué quieres?— Digo cruzándome de brazos.

Es como si nunca me pudiese acostumbrar a él, a sus ojos, sus manos... hasta su cuello me parece atractivo...

Tiene una botella de vino en la mano, sabe que es mi nueva debilidad, con el paso de los años he dejado de tomar vodka para pasarme al vino.

—¿Ya te has puesto el pijama?, ¿a qué hora te duermes?, ¿a las ocho?— Dice mirando el reloj de su muñeca.

—Eso no es asunto tuyo, ¿que haces aquí?—

—Te dije que íbamos a limar las perezas antes del juicio y eso vamos a hacer— Dice abriendo la botella de vino con un sacacorchos.

—De acuerdo, pero te advierto que no va a ser fácil— Digo sacando dos copas de un armario de la cocina.

—Ya veremos— Dice sirviéndome una copa.

...

Ryan's POV

—Y después de la noche tan bonita que tuvimos, apareció y te fuiste detrás de ella— Dice con los ojos llorosos

La miro atentamente sin decir nada, me gusta la cara que pone cuando no puede descifrar mis expresiones faciales.

Cuando está confundida frunce el ceño y entrecierra los ojos de una manera adorable.

—Yo siempre he escuchado tu versión que es que desde que murió Beth yo me porté como un cabrón y descuidé bastante nuestra relación— Hablo después de un largo silencio.

—Sí—

—Pero creo que nunca me diste la oportunidad de contarte mi versión de los hechos y creo que aclararía muchas cosas—

—A delante— Dice segura.

—¿Quieres que te sea totalmente sincero?—

—Por favor— Asiente con la cabeza.

Eleven (Serendipia III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora