Problemas En El Paraíso || Bakugou

capitulo 24

Despierto en el hospital, abro los ojos con dificultad y una enfermera me revisa los signos vitales.

Observo con dificultad a Bakugou entrar desesperado junto a mi hermano.

Me agito mientras niego con la cabeza.

—¿Que pasa?—La enfermera me habla—Estas bien.

—No... quiero... afuera—Digo desesperada y ella no entiende—Sácalos—Logro decir.

Ella los corre y me vuelve a tomar los signos mientras me tranquiliza.

—¿Que me pasó?—Hablo con dificultad.

—Llegaste al hospital hace unas horas, tenías un ataque de pánico y no podías respirar, estabas muriendo ahogada... Perdiste a tu bebé—Se disculpa con lo último.

—No... Por favor—Sollozo.

—Tienes que calmarte, no puedes alterarte—Me inyecta algo y logro calmarme.

No siento mi cuerpo, solo las lagrimas caer por mis mejillas.

Mis hijo y ese bebé son lo único que me queda, y me arrebataron a uno.

No puedo evitar culpar a todos en esa estupida cena y a el idiota de mi ex esposo.

Me duele tanto... Y no físicamente.

¿Por que esto me pasa a mi?

Caigo inconsciente lamentando todo lo sucedido y despierto mucho mejor.

Shoto y Katsuki vuelven a entrar con cuidado.

—Eimi—Me llaman.

—Largo de aquí.

—Eimi, nosotros solo estamos preocupados...

—Todo esto es su culpa, perdí a mi bebé—Sollozo—¿Que más me van a quitar?—Los miro enojada—¡Váyanse maldita sea!—Les siseo enojada.

—Por favor...—Empieza Katsuki.

—¡Largo!—No controlo lo que pasa después.

Un gran pedazo de hielo llena toda la habitación haciendo que ellos retrocedan, el hielo es tan grande que rompe la ventana y sale por ahí.

Shoto lo deshace con su fuego y yo los miro enojada.

—¿Aún siguen aquí?—Digo más calmada—¿El doctor no les dijo que me hace mal ver a las personas que odio?—Mi voz es fría, no quiero sentir nada más—Me pueden matar, porque en estos momentos el odio que siento hacia ustedes es inmenso, destructivo. Los odio con todas mis fuerzas.

Ellos guardan silencio.

—Te amo...—Habla Katsuki.

—Tú no sabes que es el amor, debí saberlo en el momento en que te conocí—Suspiro—Pues conocer a un ignorante como tú que era así a esa edad, no podía esperar mucho—Digo irónicamente.

—Se que estás herida, pero verás que podremos solucionar esto.

—Lo único que solucionaremos es la custodia de mis hijos en un juzgado—Siseo con enojo.

—Sabes que ganaré.

—No lo harás.

Él se queda en silencio y se que nunca iría contra mi, porque aún en su oscuro y roto corazón queda algo de respeto por mi.

O eso espero.

—Váyanse, por favor—Suspiro cansada.

—Estaremos afuera, todos están afuera—Se retiran.

Quedo completamente sola sin saber que pensar ni que sentir.

Pasan las horas y el único que entra es el doctor.

Me pregunto si Katsuki se fue con Akemi o está ahí afuera con ella.

Muy en el fondo siento esa necesidad de que me ruegue, que me ruegue tanto hasta hacerlo sufrir.

Que sufra todo lo que yo sufrí por su culpa, quiero que me vea y sienta culpa y no haga más que mortificarse por lo que hizo.

Que todos los días me pida una disculpa y por supuesto que no esté nunca más con ella, que la haga sufrir como ella me ha hecho sufrir a mi.

Y para que todo lo que quiero se cumpla, tengo un plan, porque no puedo dejar esto así.

Siento un vacío que tengo que llenar, con venganza.

Tengo que hacerlo sufrir a él y a ella, mis "amigos" quedan un segundo plano porque se que los torturare con mi silencio y ignorancia.

Tengo que enfocarme en mi querido esposo y en la zorra de su amante.

Te daré alas, Bakugou Katsuki... Y luego te las cortaré como lo hiciste conmigo.

No puedo verte a los ojos sin sentir remordimiento y no me puedo quedar con esta incertidumbre.

No dejare que seas el dueño de mi dolor porque yo querido ser la reina del tuyo.

Deseo tanto verte llorar por mi.

Esos pensamientos se van cuando mis bebés entran a la habitación corriendo con lágrimas cayendo preocupados.

Mis dos estrellas.